sábado, 5 de septiembre de 2009

Hasta que aparezcas (Cap 1)

Hasta que aparezcas
Capitulo 1: Roseriun

El cielo ya estaba tomando un color grisáceo. Las nubes ya mostraban lo que se venia y lo que ocurriría.

En aquella mansión, en el interior del amplio bosque Violett, nadie se detenía por ningún momento. Las mucamas iban y venían cumpliendo las tareas que le encomendaban, el cocinero se encargaba de preparar todos los platos de la cena de esa noche, el jardinero se encargaba de las diferentes flores del gran y colorido jardín…Todos estaban muy ocupados, como siempre.

Lo que siento (Cap2)

Lo que siento

Capitulo 2: Déjame ayudarte.

Por fin había acabado el día de clases, pero para mi había durado como años, siquiera mi prima me habían hecho reír. Era mi día más deprimente, había tropezado y la gran piedra que llevaba enzima, ahora me aplastaba completamente.

Lo que siento (Cap 1)

Lo que siento

Capitulo 1: Mi verdad

Aún no entiendo como ocurrió…Pero de en verdad, estoy viviendo esto. Recuerdo mi infancia y ahora, teniendo dieciséis años de edad veo que, aunque no es muy notorio, muchas cosas han cambiado ¿Qué es lo que ocurrió?...Ya lo verán.


Mi nombre es Martin, no se si considerarme alguien
guapo…Tampoco lo he pensado cada mañana que me miro al espejo. Tengo tez blanca, cabello castaño claro, a veces dicen que es rubio, pero no, es castaño claro, nada de rubio señores. Mis ojos son de un verde claro bordeando el iris de un color casi celeste.

Faltaría mi personalidad…Soy muy buena persona, simplemente me cuesta llegar a odiar a algo o a alguien. Muchos conocidos me consideran la persona más amable que han visto…Pero que puedo llegar a ser un poco molesto. Es que como no puedo enojar… ¿Me agarran rabietas de niño?

Ese chico me describe como “Cachorro que ladra. Pero como perro que ladra no muerde, mucho menos un cachorro asustadizo.” Que descripción…No es la primera que me hace.

Ese chico es quien… ¿Se robo mi corazón? Si, él y nadie más. La persona que me hizo perder el juicio…De la única que recuerdo haberme enamorado en estos dieciséis años. Bueno, desde que tuve la edad para darme cuenta de ello, que fue cuando tenía ocho años.

A los ochos años…Solo tenia ojos para… ¿Mi mejor amigo? Si, eso éramos y lo que somos. Nos conocemos desde que íbamos al kínder, desde el primer “hola” nos caímos bien y desde entonces no nos separamos uno del otro. Fuimos juntos a la primaria y ahora a la misma secundaria…Lamentablemente en diferentes cursos.

Lamentablemente…Si, aunque tan solo sean por unas horas, lo extraño. Pero seguramente debe ser mejor, sino no me resistiría a saltarle enzima y abrazarlo hasta dejarlo sin aire. Bueno…Lo hago, pero no tan exageradamente como lo describo. Además todos se darían cuenta fácilmente.

La única que pudo adivinarlo, por así decirlo, fue mi prima. Me dijo que se había dado cuenta hace mucho tiempo, hasta en los tiempos en que yo no era tan demostrativo, que lo abrazo y un largo etcétera, pero sin llegar al acoso ¿O lo es?

Al final tuve que afirmarle a Natalia sus sospechas y se lo tomo como lo mejor del mundo. Ella si que es alegre, nunca la vi mal por nada, vive con su sonrisa que parece que ilumina todo un lugar…y te deja ciego. Yo comparto un poco de eso, tal vez sea la sangre, pero no tanto o eso creo, pero bueno.

Físicamente parecemos una copia, claro, ella en cuerpo femenino y con un año menos de edad. Muchos se confunden que somos hermanos, pero no, somos primos.

Lo que sí, vivimos muy cerca uno del otro…Tan solo separan nuestras casas dos manzanas. Al parecer nuestras madres no querían alejarse una de la otra y decidieron vivir tan cerca. Lo positivo es que siempre puedo ir a visitarla y lo hago desde muy pequeño.

Me he perdido del tema fundamental, de lo que me pasa con él. Pero tiene relación. El, Nati y yo, somos el trió de amigos inseparables. Si, adivinaron, ella también va a nuestra misma secundaria, pero a un año más bajo que nosotros. Podría decir que ella tiene también algo particular por eso se habrá dado cuenta tan rápido de mi verdad.

Tanto él, pero no he dicho su nombre…Mi Sebastian, si, solo mío. Sueno muy posesivo diciendo eso, yo no soy así. Me transforme…Lo único que me faltaba.

Pero si hablamos de posesividad, el es el rey, todo lo que se haya metido en su vida, es únicamente suyo y nadie puede decir lo contrario…O sino no tendrá un lindo día, sin contar su vida.

Es el típico chico “soy genial, pero no me importa el resto.” Y en cierta manera tiene razón, aunque tanto ego a veces se le sube mucho a la cabeza. No hay que olvidar…Qué es el más popular del instituto, allí otro problema. Las chicas lo persiguen, acosan, torturan, cada día, no tienen descanso. Los muchachos lo detestan…Pero no todos, puedo decir que no soy el único que lo admira, eso no me importa, me importan las niñatas calificadas como acosadoras sin horario fijo. Hasta han llegado a seguirlo mientras vuelve a casa, no nos dejan en paz.
Si, no nos dejan en paz ¿Acaso piensan que me lo tomo bien? Claro, pero a Martincito el feliz niño de la ciudad no se le nota.

En todos estos años, debo reconocer, que estuvo en pareja con algunas chicas…No duraban, lo máximo era un mes. Diciendo eso lo dejo como un mujeriego…No y no, no lo es, su problema es que no esta acostumbrado al contacto con los demás. Por eso mi pequeña prima y yo somos sus únicos verdaderos amigos. Le he preguntado sobre sus compañeros, pero me dice que solo les dice hola y ya. Si que ha salido sociable…

A pesar de eso y mucho más, yo no lo digo sino el resto, cada vez que lo veo no puedo evitar sentirme en las nubes, una gran felicidad llena mi alma. Eso es lo que tanto conoce el resto de mí, siempre me ven feliz y es por mi hermoso amigo pelinegro, con ojos miel que te atrapan cada vez que te miran…Se me va la imaginación cada vez que pienso en él, podría estar horas describiéndolo y no tendría fin.

-Miru…-escuche una voz en mi sueños…¿Pero quien era?-¡Miru!-

-¡Ah!-me caí al suelo, mi querida y alegre prima me había hecho pegar un buen susto.

-Al fin te despiertas, pensé que vivirías durmiendo.-termina con una risita, que ya tenia marca registrada en ella.

-Meri…Siempre haces eso.-berrinche, si, me despertaba berrinchando como niño pequeño, lo admito. Me estira sin mucha fuerza de mi brazo y me lleva a desayunar.

¿Meri y Miru? Son nuestros apodos, bueno, diminutivo de nuestros apodos. Hasta miembros de nuestras familias se habían acostumbrado a llamarnos así, no se diga nuestros compañeros de clase. ¿Por qué son así? La idea la tuvo otra de nuestras amigas, que lamentablemente vive muy lejos, y nosotros, como ella, tomamos los nombres que había creado para una historia.

Sebastian…Simplemente no soporta el diminutivo que le damos a su apodo, mucho menos este, pero nos encanta verlo rabiar y gruñir. Es muy divertido, lo que si, él si ladra…y no te muerde, te arranca el brazo en un suspiro. Pero nos arriesgamos, ya que es sumamente divertido.

¿Y qué tiene de bueno un chico con alter ego, popular, antisocial y gruñón? Solamente yo lo se, su interior es más bueno de lo que él admite que es. Su amistad, especial demostración de afecto, y forma de ser, es la que me hizo enamorarme de él.

-Pero nunca me prestara atención… ¡Seguro es totalmente hetero!-ya me encontraba en el suelo, comienzo de mis escenas deprimentes.

-Miru, cálmate por favor.- me decía tímidamente mi prima, estábamos en la mitad de la calle, simplemente no podía contenerme.- No lo sabrás hasta que se lo digas.-

-¡Pero míralo!-lo señale, estaba rodeado de chicas que no dejan de acosarlo, directa e indirectamente, y él, sin más, las saludaba…Pero claro, con su actitud habitual, que simplemente enloquecía más a las mujeres.

-¿Por qué me señalas?-todas me quedaron mirando en ese momento, sentía sus miradas punzantes y asesinas…

-Me…escucho.- traje en seco y sonreí, no me quedaba nada más.

Empezaron los susurros, pero estaba en mi etapa feliz, no las podía oír…También estaban demasiado lejos.

-Si, te escuche, no estoy sordo. Además que gritas como si se acabara el mundo.-le toca la cabeza a Meri en forma de saludo, luego hace lo mismo conmigo y se me queda mirando.- Se tildo.-cachetada.

-Auch…Eso duele y no me tilde, no soy una computadora ni nada parecido.-nuevo berrinche.

-Solo se pierde en su mundo de s…-mi mano se coloco rápidamente en su boca, no era prudente que siguiera ¡Claro que no!

-Mundo de… ¡Sonrisas!-lo primero que me vino a mente, que inteligente Martin, te mereces el premio nobel.

-…-levanto una ceja, le podía leer la mente “Idioteces, como siempre.”-Que más da, muévanse o llegaremos tarde.- y eso que estábamos a metros de la entrada, pero a pesar de su imagen rebelde, es responsable e inteligente.

Que combinación, esto ya se parece a un manga shojo o es el protagonista de un shonnen y no me entere…y de mi punto, shonnen ai. Lo demás que tenemos en común, es que nos gusta el anime a los tres…Debe ser por eso que nos llevamos tan bien.

Lo que si, Meri esta perdida en su mundo de chicas mágicas, todo lindo y “kawaii”, como se acostumbra a decir.También…Yuri ¿Eso dice algo? Por lo menos a mi si. Sebastian y el que les habla…Simplemente vemos todo, hasta lo he llevado un poco al mundo del Yaoi, pero mi éxito no es bueno, aunque a veces cae.

Una cosa más en contra, siempre vive demostrando su desagrado por el Yaoi…Eso me quita otra esperanza, si siquiera puede ver anime de chico x chico… ¿Cómo se puede fijar en mi?

Todos en mi curso se me habían quedado mirando, seguro podían sentir el aura deprimente que me rodeaba y no era tan solo por la clase de matemáticas.

-Señorito Martín ¿Se encuentra bien?-la profesora me estaba hablando.- ¿Quiere ir a la enfermería?-

-Si profesora.-escape de allí, no estaba enfermo, pero debo admitir que me sentía igual o peor que hace unas semanas atrás cuando tenía gripe.

Llegue a la enfermería, la enfermera siquiera letra reprodujo y me dejo acostarme sobre una camilla. Ella ya me conocía, como dos o tres veces por semana me ocurría esto, no era algo inusual ¿Se estaría dando cuenta?

-¿Pasa algo?-

-Para nada, para nada.-agite la cabeza y mire hacia el techo. Era imposible que justamente la enfermera del instituto se diera cuenta, aunque, seguro hasta la paloma que estaba ahora en la ventana se había enterado.

Era tan obvio…Que nadie se entera, siquiera se lo imaginan. La única que lo sabe es mi prima, con esa carita ingenua y actitud de niña de kínder, es la única que puedo percibirlo. Ahora me peguntaba si a mis padre se les había pasado por la mente…Conociéndolos, lo dudo.Aunque me disfrazara de un personaje y viera el anime Yaoi, en que justo aparece ese personaje, en frente de ellos, siquiera les llamaría la atención.

-Quiero creer que se acostumbraron o algo así…¿No era que los padre perciben todo?-

-A veces no.-me había contestado, hable en voz alta sin darme cuenta…Pero igual, justo sonó la campana, tenía que volver a clases.

-Eh…Gracias Julia.-me levante enseguida y en un nanosegundo me encontraba corriendo por el pasillo, esquivando a todo el mundo como si tuvieran la lepra.

¿Cómo nadie se daba cuenta? Creo que debe ser por que, a pesar de mis gustos, en mi forma de ser no se me nota. No soy afeminado, solo chiquilín y además nadie sabe que justamente veo esos géneros de anime. Además que si hago algo demostrativo todos se lo toman como broma, hasta el mismísimo Sebastian.

-Te quiero tanto Sebastian…Y tú siquiera lo notas.-viendo como una manada de chicas, sin importar la edad, lo seguían.- Pero tú solo me vez como un amigo…No puedo decírtelo.- hace tiempo que no sentía mi voz tan melancólica.

miércoles, 17 de junio de 2009

Lazos |Cap 4|

Capitulo 4:

Hasta el momento todo lo que habían leído eran simples noveles, cuentos o libros de diferentes idiomas. La única información que habían sacado de todo esto era que al parecer le gustaba leer y sabía varios idiomas diferentes. Simplemente no les serbia para nada.

-Al final no estamos encontrando nada Mello.-dejando un libro nuevamente en la amplia biblioteca.

-Tendremos que seguir buscando, algo debe haber.- decidió ver las hojas que estaban en el suelo. En ellas tan solo habían palabras y simples bocetos.- Si que tiene tiempo libre…-viendo que en el suelo habían más de mil papeles arrugados.

-Lo único que hace es molestarnos.-gruño y golpea la biblioteca con su pie. A los segundos sintió un ruido.

-¿Qué fue eso? Espero que no hayas roto nada Matt.-mira a un lado del mueble y consigue ver un cuaderno color carmesí.

-Al parecer estaba detrás de la biblioteca.-el rubio ya habia pensado en esa posibilidad.

-Ahora a ver que tendrá...-lo abre lentamente por las dudas que se cayera algo de su interior. Consigue ver muchos dibujos diferentes, estos eran más detallados de los que habia visto anteriormente, pero se notaba a simple vista que habían sido hechos hace mucho tiempo, hasta en su interior tenia un poco de polvo.

-¿Esa no es la fuente del jardín?-pronuncio al ver con más cuidado la imagen y tenia razón, la única diferencia era que en el dibujo la fuente funcionada.

-Al parecer si lo es, no hay dudas que ella hizo todo esto.-pasando las hojas una por una.

-¡Espera!-deteniendo la acción de Mello.-

-¿Qué ocurre ahora?-

-Creo haber visto este dibujo antes…-en la hoja aparecía una ventana que por ella se veía una parte del jardín del orfanato.- ¡Claro! Linda habia hecho un dibujo igual.-el rubio lo miro.-Se eso porque una vez ella me mostro un dibujo parecido.-

-A ver…Entonces la “niña” conoció alguna vez a Linda, o simplemente por casualidad de la vida no tenían nada mejor que hacer y dibujaron lo mismo.-mirando muy mal al pelirrojo.

-No seas tan así Mello, tal vez lo primero puede ser, hay que ser más positivos.-

-No es que no sea positivo Matt, tan solo intento creérmelo. Pero igualmente, después iremos a hablar con Linda, a ver si por lo menos ella recuerda algo.-suspira molesto y deja el cuaderno detrás de la biblioteca.

-Bueno sigamos buscando.-busca en el bolsillo de su pantalón, un cigarro se cae y rueda por el suelo.-Argh.-se acerca, ve que estaba debajo de un escritorio y se inclina para juntarlo.-Mello…Mira esto.-lo llama.

-¿Ahora que ocurre?-se dirige a donde estaba.- ¿Qué quieres que mire ahora?-el pelirrojo le agarra el brazo y lo lleva para abajo.

Mira a hacia donde le señalaba Matt, en la parte inferior del escritorio habia un papel. Se queda unos segundos observándolo y luego lo saca para leerlo mejor.

“Todo me esta haciendo pensar…Pero yo tan solo quiero dibujar ¿Qué? No lo sé...”

Siguió leyendo las líneas del papel, pero todo llevaba a lo mismo, a que ella quería dibujar pero no podía por X razones, al parecer no tenia inspiración para hacerlo o quien sabe. A lo ultimo…

-“¿Continuar o no?”-recita mientras terminaba de leer.- A que se podrá referir…-Mail le saca el papel de sus manos y lo lee, pero en ese momento no le surgía nada con respecto a lo escrito.

-Mello… ¿Tienes alguna idea…?-

-Por lo que puedo ver...-se pone de pie nuevamente.-Ella sabe muy bien lo que esta haciendo…Todo lo que ocurre Matt no es pura coincidencia.-lo mira fijamente a los ojos y luego el pelirrojo vuelve a poner la hoja en su sitio.

-No encontramos nada más que eso Mello.-

-Puede ser que hayan escrito más…-el tenia la certeza de que lo que decía no podía ser certeramente correcto…Pero no podían hacer mucho más, ya habían revisado todo lo que podían.

-Esta chica puede estar loca pero no es idiota.-al parecer Mail ya comenzaba a tener las mismas ideas que su compañero.

-¿Me pueden decir que hacen ustedes dos aquí?-

Al instante de escuchar la voz ambos se giraron sorprendidos, no esperaban que alguien los viera…Era Roger.

-Eh…Roger…-

-Queríamos ver si alguien estaba, ya que no escuchábamos nada cuando pasábamos por alado de esta habitación.-

-Simple curiosidad.-finalizo el pelirrojo sonriendo.

-Ya me esperaba que algo así ocurriría, ya he escuchado la charla que tenían el resto de los niños…-continuaba hablando, pero sinceramente luego de “niños” los menores no le prestaron mucha atención.-Muy bien, entonces ahora si pueden irse. No debe ser divertido quedarse encerrado en un cuarto que no conocen.- sujetándoles los hombros.

-Nosotros intentamos abrirla…-Susurra el ojiverdes, pero igualmente Roger consigue oírlo.

-Es que la puerta tan solo se abre desde el exterior. Ahora vayan a sus habitaciones.-les da unos golpecitos en la espalda y se retira por el lado contrario del pasillo.

Luego de comprobar que se encontraba lo más lejos posible, se fueron caminando hacia su cuarto. Ninguno hablaba en aquel momento, pero ambos sabían que estaban pensando…Tenían los mismos pensamientos y preguntas.

-Listo, ya llegamos.-cierra la puerta.-Ahora si podemos hablar Mello.-

- Roger nos dijo la puerta tan solo se abre desde afuera…-asiente el chico de googles mientras escuchaba con atención lo que le decía.-Por lo cual aunque lo intentáramos, además de cómo estaba formada la puerta, no podríamos abrirla. Pero aún no término.-siente como el aire empieza a inundarse de humo.- La cuestión esta en como pudo salir aquella chica de allí.-mordisquea un chocolate.

-Tal vez simplemente consigue mantener de alguna forma la puerta abierta… ¿Pero cómo se cerró cuando nosotros entramos? ¿Eh, Mello?-

-Dudo que haya sido una brisa de viento…O simplemente hiciste un movimiento estúpido y la cerraste sin darte cuenta.-lo último lo había dicho aunque sabía que no era así, pero igualmente el que lo escuchaba gruñe enojado.-No empieces con tus escenas ¿Recuerdas el ruido que escuchaste unos segundos antes?-

-¿Eh?...-intenta tranquilizarse y piensa.- Ah, cierto.-mueve un poco el cigarro en sus labios.-Tal vez alguien paso y la cerro apropósito.-la luz lo había iluminado.

-Exacto y hay posibilidades de que fue ella.-

-¿Pero por qué lo hizo?-

-Tal vez tenga relación con lo último que leímos en el papel. Intenta hacernos notar algo…-

-Ah bueno, que forma de hacerlo.-pronuncia fastidiado.

-Pero igual…- Él había pensado lo mismo.-Creo que no se detendrá hasta que lo averigüemos.-termina su chocolate.

-¿Seguirás viendo?-mueve un pequeño juguete a un lado de él y luego sujeta una ficha blanca.- Aún no han averiguado nada ¿No?...Ya seguramente averiguaran algo y responderán por ellos mismos todas sus dudas...-uno de los muñecos que estaban parados se cae.-No quieres responderme todavía…-mira a su derecha pero por aquella puerta arrimada ya no se veía nada-Siempre igual. Me pregunto que harás ahora.-junta el muñeco y lo pone en otro sitio.

-Siguen revoloteando en el mismo lugar…Pero puede ser que consigan algo…-sonríe levemente mientras se acostaba sobre el césped.-Ya los últimos rayos se hacen notar…Espero que no se acaben pronto… Ya sabe que no estoy allí y yo también se que lo sabe.-mira un árbol divertidamente.- Me pregunto si cantaran hoy.-

-Otra vez empezó el viento.-viendo como chocaban ferozmente las ramas de los arboles del jardín.

-Cantan…-

-¿Qué dices Mello?.-

-No lo se, tan solo me vino a la mente eso es todo.-abriendo otro paquete de su delicioso y crujiente dulce.

-Claro, cantar. Parecen que gruñen, no me dejan estudiar tranquilo.-

-Si llevas jugando ese videojuego hace más de 2 horas.-

-Por eso, estudio como derrotar a este maldito y así pasar de nivel.-el rubio se ahorra las palabras.

Ahora sí, podía concentrarse a pensar…seria mejor hacerlo sin aquel ruidito que salía de la consola y ese asfixiante olor a tabaco, no había tiempo para fijarse en aquellos detalles. Ya con lo que había platicado con el pelirrojo, de apoco, algún tipo de planteo se iba armando, igualmente aún faltaban descubrir algunas cosas. Aunque lo pensase miles de veces y millones de veces más no se le ocurría nada, sentía una sensación rara...Parecía que Near tenia razón, de en verdad, se estaban olvidando de algo.

No podía crear que simplemente haya desaparecido de su mente, ni el porque había ocurrido. Que habrá pasado que ahora justamente había comenzado a ocurrirles eso…Lo único que sabia era que todo se resolvería a averiguar quien era aquella chica rara y tendrían que hacerlo rápido.

-No nos lo dirá hasta que averigüemos algo concreto…Tal vez si revisamos la oficina de Roger encontraremos algo… No será tan fácil como aquella vez en que fuimos a conseguir chocolate. Ahora no se despega en ningún momento de ella. Sera complicado. Mientras tendremos que esperar a que suelte algún tipo de pista…Pero no sé si eso servirá para mi memoria y dudo que para la de Matt menos aún, aunque quien sabe...Bah. Podría preguntarle…No, no lo hare. Simplemente seguirá pensando que no podemos hacer nada por nosotros mismos, ya averiguaremos quien es, no me interesa que él lo sepa o no.-en cierta forma si le importaba, pero prefería no admitirlo y seguir maldiciendo que no recordaba nada.

-Mello tenemos que hacer algo, no puede ser que se nos complique tanto saber algo sobre alguien que justo esta en el mismo orfanato que nosotros.-al parecer que luego de tantos años de conocerlo le bastaba para por lo menos saber lo que estaba pensando…Aunque fuera un poco.

-Tienes razón, no podemos quedarnos así como si nada. Ya veras que averiguaremos algo y ya sabremos quienes y que tiene que ver con nosotros.-se pone de pie.- Vayamos a caminar Matt, quiero despejar mi mente por un momento, además aún no tenemos que dormir.-

-¿Iremos a buscar algo?-

-No lo sé. Pero quien sabe, tal vez encontremos algo en el camino.-salen del cuarto y se ponen a caminar por el pasillo.

-¿Pequeña que haces en el jardín con el todo este viento?-acercándose.- Al parecer no tienes ánimos de hablar mucho.-la agarra de un brazo y esta se levanta.-Vayamos adentro, no querrás enfermarte.-

-No…-cuando ya estaban en el interior se detiene para mirar hacia una puerta.-

-Al parecer aún recuerdas algunas cosas a pesar del viaje, pero no te preocupes, todo estará en calma y no ocurrirá nada.-le dice amablemente y la jala un poco para que continuara con su marcha.- Últimamente has salido a pasear mucho ¿Has hablado con algún niño del orfanato?.-

-Para nada…-mordiendo uno de dedos, hasta que encuentra un dulce en el interior de su vestimenta y se lo lleva a la boca.

-Ya veo.-le responde sin intención de seguir hablándole sobre eso.-Sera mejor que intentes de descansar un poco y intenta de no salir esta noche.-cierra la puerta dejándola en el interior a la joven.

-Hay algunas manchas que no se borran, tan solo queda cubrirlas o comprarse un suéter nuevo.-se tira al suelo y empieza a dar vueltas, hasta que termina debajo de su escritorio. Sonríe y se pone a dibujar en una pequeña hoja que tenia a un lado de su pierna.

Cantare sin cesar mientras los recuerdos se ahogan en el mar de los pensamientos…

-Estoy escuchando susurros.-se acerca la consola a uno de sus oídos.- No, no es el videojuego.-se mueve un poco y los sigue escuchando.- ¡Linda! -

-¿Qué ocurre Matt?-acercándose luego de su llamado.

-¿Escuchas algo?-

-No, para nada.- Jeevas la mira extrañado. - Tal vez sea tu imaginación.-se da media vuelta y vuelve con sus amigas.

-Me pregunto si será lo mismo que escuchaba Mello…Si, debe ser esa chica.-deja de hablar y el sonido se había detenido.- Ya se callo…-

-¿Tienes fiebre?-se acerca hacia él.

-¿Eh? ¿Por qué lo dices Mello?-

-Porque te veías pensativo y no estabas metido en tu mundo de videojuegos.-el pelirrojo gruñe pero decide no decirle nada.- Vamos, dime que pasa.-

-Acabo de escuchar susurros. Le pregunte a Linda pero me dijo que no escuchaba nada.-

-Entonces si había escuchado algo en el pasillo...-

-Ahora pude confirmar que no estabas delirando ¡También puede ser que me has contagiado y yo también empecé a delirar! –

-Deja de decir idioteces. Pero igual, de nada nos sirve eso.-

-Siento que ya escuche antes ese canto…-era lo mismo que había pensado el rubio la primera vez que escuchó aquella voz.- Oh, me olvide de preguntarle a Linda sobre lo del dibujo.-

-Entonces vayamos a buscarla. Por lo menos te fijaste por donde se fue ¿No?-Matt señala a la izquierda del pasillo y se van por esa dirección.

-¡Hey, Linda!-grita el ojiverdes al verla a lo lejos.

-¿Ahora que ocurre Matt?-se acerca a ambos.

-Queríamos preguntarte algo.-le contesta.

-¿Qué tienen que preguntarme?-les interroga mientras mira para atrás y se aleja un poco junto a ellos.

-Linda, recuerdas la vez que me mostraste un dibujo de una fuente.-

-Em…¡Ah, si! Hace una semana que te lo mostré, fue un dibujo que hice hace como tres años ¿Qué ocurre con el?-

-¿Recuerdas algo con respecto a la vez que lo hiciste?-le pregunta el rubio.

-Ahora que lo dices, en ese momento estaba con una chica en el jardín que me ayudaba a hacerlo y creo que también lo había dibujado.-

-¿Y recuerdas algo de ella?-Mail ya se estaba impacientando. Aparentemente lo del dibujo tenia sentido.

-Su cabello era oscuro, ojos castaños y era muy blanca. Recuerdo que en esos tiempos pasábamos algunos momentos dibujando juntas. Me decía que tenía mucho talento con el dibujo y que me veía un buen futuro en el arte.- sonríe levemente.-Lo que si jamás me dijo como se llamaba, ni un apodo ni nada. Aquella vez fue la última vez que la vi…-

-Ya veo…-susurra Mihael.

-¿Y porqué estas preguntas tan de repente?-

-Es que intentamos averiguar algo.-no dijeron nada más y la niña se fue confundida del lugar.

-Por lo menos averiguamos que al final si la conocía.-estaba un poco más animado luego de saber que no era una idiotez lo que había pensado sobre el dibujo.

-Además que hace 3 años ella ya estaba aquí.-mira a su alrededor para verificar que nadie estaba cerca.- Al parecer ese día en que dibujo con Linda se fue del orfanato y ahora volvió.-

-Luego de 3 años...-

-Algo tuvo que haber pasado para que se fuese por ese tiempo…Tal vez eso nos ayude un poco.-apoya su espalda sobre una pared.-Ahora no tenemos a nadie más a quien preguntarle algo y menos aún le preguntaremos a Roger. Menos aún a Near.-piensa no tan contento y comienza a masticar un pedazo de chocolate.

jueves, 9 de abril de 2009

Lazos |Cap 3|

Capitulo 3:

-¡Mello! Al fin apareces, pensé que te paso algo ya que no estabas en el cuarto.-exclamó Matt acercándose al rubio.- ¿Ocurrió algo?-interrogó al notar la intranquilidad del muchacho.

-Nada. Tan solo una loca se metió en mi vida, además que decía cosas raras ¿Acaso no escuchaste nada?-

-Eh no Mello...-respondió extrañado.

-¿Seguro?- preguntó confuso.

-Si muy seguro...¿Te encuentras bien?-

No puede ser... ¿Cómo no pudo oírla música? Tal vez tanto escuchar el sonido de los videojuegos lo habrá dejado sordo...O lo más probable se encontraba lejos para llegar a oírlo.

Esa mirada... ¿Lo estaba tomando como demente o qué?

-Deja de mirarme así, no estoy loco y muévete que quiero irme de aquí lo más antes posible.- el pelirrojo asintió y siguió a su amigo.

Sinceramente no le parecía muy agradable ese lugar...Tenia una atmosfera rara, para nada normal, todo era muy raro...Pero no tanto como esa chica.

-Tal vez es una bruja por eso pudo notar esas cosas.-mirando el techo desde su cómoda cama.

-¿Bruja? Deja de bromear Matt.-

-O tal vez un espíritu, por eso parecía tan pálida y muerta.-haciendo voz escalofriante, que tan solo se gano un almohadazo por parte del tranquilo oji azules.

-Deja de decir disparates, o lo próximo que te golpeara será mi puño.- Mail asintió sin ánimos y volvió su vista a su querida consola portátil.

Que idiota. Pero tal vez podía llegar a tener razón...Bah esas cosas no existen, son pura patrañas. Tal vez tan solo era una niña rara más del montón y nada más. Con tantos niños que hay en ese lugar, es muy probable que haya uno tan extraño.

-Pero esta niña se pasa del nivel extraño...-susurró a lo bajo, pero no sabe para que, ya que el chico a su saludo siquiera lo escucharía, se encontraba en su mundo de videojuegos ahora.

-¿Near ocurre algo?-preguntó Roger acercándose lentamente al menor, que se encontraba viendo detenidamente un pasillo vacio...

-No ocurre nada, tan solo apreciaba el lugar, eso es todo.-dijó tranquilamente y el mayor se alejo.
Verdaderamente el habia escuchado algo...Por eso se habia detenido, pero al parecer no habia sido nada, el corredor no mostraba ninguna persona o ser que lo haya provocado. Tal vez tan solo perdió esos minutos para nada...

-Será mejor que vuelva a la sala...Tengo que terminar de construir el pluzzle.-

Nuevamente...Como hacia todos los días.

Los demás niños se encontraban aprovechando el aire fresco por un momento, pero el...Tan solo se encontraba caminando por el desolado pasillo rumbo a la habitación. Tan solo como siempre...No habia necesidad de ser acompañado por nadie, se sentía bien así.

-La melodía no se detiene...-Llegó a la puerta del lugar...Pero las notas se seguían sintiendo con la misma intensidad, sin importar la distancia que ya habia recorrido.- Esto es extraño...-susurró, pero prefirió entrar a la sala y dedicarse a cosas más interesantes...Como armar su pluzzle.

-Tal vez mañana el sonido se detenga.-Ubicando una pequeña pieza en su lugar correspondiente.
El sol ya habia desaparecido del horizonte, los niños ya se encontraban descansando en sus camas...Pero no todos se encontraban durmiendo.

La música aún no se detiene....

_______________

Su mirada intentaba concentrarse en la pizarra que se encontraba enfrente de él, pero sus ojos empezaban a cerrarse solos, hasta sus parpados ya habían comenzado a temblarle.
-Bueno niños, la clase ha terminado. Hasta mañana.-la mayoría al escuchar estas palabras ya se encaminaban rápidamente hacia el exterior del salón.

-Al parecer anoche no has descansado bien, Mello.-aquella voz...

-¿Near?-pensó en su mente mientras levantaba su cabeza. Y sí, consiguió ver ese fastidioso rostro enfrente de él.- No te interesa.-volviendo a colocarse sobre el pupitre.

¿Ahora por qué se encontraría hablándole? ¿Acaso venia a burlarse de su frustración y falta de sueño?

-Algo no te dejo dormir. ¿O me equivoco?- continuó sin importarle el hecho que si el rubio lo estuviese escuchando o no.

-No te equivocas, vete si eso era lo que querías escuchar.- ya esa maldita cosa habia empezado a fastidiarlo, que vaya a molestar a otro niño con sus preguntas.

-Yo tampoco he podido dormir... ¿Qué ocurre?-viendo como se encontraba el rostro del chico en ese momento.

-Tan solo me impresiona el hecho que durmieras.- aguantándose las ganas de reírse allí mismo.

-Aún sigo siendo un humano...-“No lo pareces para nada” fue el pensamiento que cruzo por la cabeza del ojiazules y Nate no tardo adivinarlo.- Seguramente una música no te dejo dormir...-se puso de pie lentamente con plan de retirarse de allí.

-¿Eh?- ¿Cómo pudo adivinarlo? Acaso...-¿Tu también la has oído?.-sujetando los hombros de menor con gran fuerza.

-Nuevamente no me he equivocado, hasta ya habia pensado que reaccionarias así.-dijó sin prestarle atención a la mirada llena de ira del que lo sujetaba.

-¿Acaso me estas tomando el pelo?-lo zarandea para que respondiera de una vez.

-No...Ya lo dije, yo también la oí. Y al parecer fuimos los únicos que lo hicimos.-Mello contiene su fuerza, por lo cual consigue zafarse de él y dirigirse a la puerta del salón.

Siquiera noto el momento en que el albino abandono el lugar... ¿Pero que era lo que estaba ocurriendo aquí? ¿Cómo podía ser que fueran los únicos que podían haber oído esa canción toda la noche?

-Te lo repito Mello, no escuche nada. Siquiera un alma.- lo ultimo claramente habia sido en broma.

-Tu déjate de esas estupideces de fantasmas, hablo en serió.-“Pero yo no te creo” eso es lo que conseguía ver en el rostro del pelirrojo.-No me interesa que no me creas. Lo que más rabia me da es que Near también la hoyo.-cruza los brazo frustradamente.

-Ah bueno...El chico robot sabelotodo también anda delirando como tu. Para mi que esto ya es problema de la gente inteligente.-Mihael se aguanto la necesidad de romperle el rostro allí mismo, pero no importaba, debía concentrarse en otras cosas...¿Pero en qué?

-¡Ya lo sé!-él adicto a los videojuegos se sobresalto al escuchar el tono de su amigo, pareciere como si hubiese encontrado la pócima de la eternidad o algo así.- ¡Seguramente tiene relación con ella!-

-¿La chica fantasma?-el rostro de Mello rápidamente se puso serió.- Seguro estas pensando “Mejor cállate” ¿No?-el chico sonríe, notificándole que no se equivocaba.-Lo que sí sigue teniendo poco sentido lo de la música y que justo, extrañamente, solo Near y tú...-ya habia notado que el niño de googles habia resaltado lo ultimo.- la hayan escuchado.- En estos momentos el hecho que Matt intentara ser racional le fastidiaba.

-Últimamente aquí nada es común Matt...Aunque esto ya se pasa.- sentándose de golpe sobre su cama.

-¡Definitivo!-se puso de pie tan rápidamente que llamo la atención de un par de ojos azules.- ¡ El orfanato esta embrujado!.- Mihael habia pensado “racional” anteriormente, se equivoco.

-Y aún sigues con lo mismo, deja esas cosas sin sentido de una vez.-con aire irritante.

-Tu lo dijistes Mello, nada es común aquí. Quien dijo que no puede estar embrujado este lugar.-enciende un cigarro.

-Yo lo digo y punto.-respira profundamente, consiguiendo sentir el particular olor de la habitación “una combinación de chocolate y tabaco”.

-Si señor.-y aún seguía haciéndose el chistosito.-Pero tendremos que averiguar lo que ocurre.-llevando una mano a su mentón, en forma de pensador.

-¿Ahora ya te piensas que este es un caso de detectives?-girando los ojos por las acciones del pobre chico.

-¡Por supuesto! Ya esta todo: El edificio antiguo y las escenas espeluznantes. Además hay que contar la extraña música.-produciendo, en su propio espacio, un clímax misterioso.

-Ya deja una vez los cigarros Matt.- burlándose del estado del ojiverdes en ese momento.

-Pero vamos, con esa actitud nunca conseguirás averiguar lo que pasa aquí.- Cierta razón tiene aquel cerebro lleno de humo.

-¿Y se te ocurre que vamos a hacer?-interrogándole sin interés alguno.

-¡Investigar!-con una lupa en sus manos.

-¿Pero de donde has saco eso?-se sentó tan solo para observar de lo que se habia disfrazado el pelirrojo en pocos segundos.- ¿Ya te crees detective o que?-a puras carcajadas.

-Ya pensaba que te reirías.-toma la decisión de sacarse el traje, no quería seguir sintiendo la risa de Mihael.

-Bueno, ya basta, hay que tomarse esto en serió.-al fin habia escuchado algo coherente.-Claro, lo dije yo. Bueno, a ver Matt Bong.-no puede evitar volverse a reír. El nombrado tan solo lo mira de mal manera por la burla.-Ya de acuerdo.-la mirada aún continuaba.-Pero que te relajes de una vez.-su compañero suspira.

-Vamos Mello, si tanto problema te causa esto, olvídalo.-

-¿Pero que dices? ¿No eras tu el emocionado hace un momento?-su amigo tenia razón.

-Si lo sé... ¿Pero por donde comenzamos? ¿Acaso has vuelto a ver a aquella niña?-el rubio negó con su cabeza.

-Desde aquella vez desapareció...Pero deberíamos revisar entre los demás, tal vez la encontremos.-observando una multitud de huérfanos por la ventana del cuarto.

-Claro además no será difícil encontrar a una chica con un aspecto de muerta como ella.-toma ánimos nuevamente y señala a la puerta de la habitación.- ¡Este es un nuevo caso para los detectives Mello y Matt!-salió de allí apresuradamente.

-Me pregunto si verdaderamente en estos años maduro algo...-lo siguió antes de que lo dejara atrás.


-La música al final se detuvo...Pero hace unas horas aún escuchaba como susurros...-sus pequeños y cortos pasos era lo único que se escuchaban en ese vacio pasillo.

Todos los niños se encontraban divirtiéndose en el jardín o en algún otro sitio, mientras que él se preguntaba lo mismo que Matt y Mello.

¿Por qué ocurría? Por alguna razón escuchaba todo...Además de fríos escalofríos que sentía cuando se encontraba solo y siempre lo estaba.

Este tipo de sensaciones ya le venían ocurriendo hace días atrás...Desde el momento que le platico a Roger del “cuarto”. Del cuarto vacio, que habia sido habitado hace poco, nuevamente.
¿Esta no habia sido la primera vez que habia sido ocupada? No, pero no tenía interés en pensar en ello en aquel momento.

-Sentí un ruido...-un sonido provenía de una habitación, como si algo se hubiese caído.
Él sabía muy bien que no se debía involucrar en cosas como esas, que no le atraían el mínimo de atención, pero en aquella situación, no ocurrió lo mismo. Se acerco.

Caminó lentamente hasta que sus pequeñas manos sintieron la dureza de la madera de la entrada. Asomó su cuerpo lentamente.

Consiguió ver una figura de una niña de cabellera oscuro sosteniendo del suelo un libro que se habia caído. Al desinclinarse instantáneamente dirigió su mirada a Near. Él, tan solo se quedo allí, chocando con sus ojos contra la mirada fría de la mayor. La morena sonrió extrañamente y se alejo por el pasillo.

Siquiera habia conseguido moverse... ¿Tanta intimidación le habia causado? Aún no lograba comprender. Giró hacia la dirección que se habia alejado la niña, pero no consigue ver nada, solo un vacio corredor.

Susurró a lo bajo palabras que nadie podría oír y retrocede por el camino que hace minutos habia tomado. Su rostro seguía intacto, pero no podía dejar de sentir aquel aire helado recorriendo su cuerpo.

-¡Primer lugar para buscar pistas! El lugar de la primera aparición.-exclamó infiltrándose cuidadosamente al lugar, mientras que el rubio entraba a el sin cuidado.

Ambos se encontraban en el cuarto del piano, donde Mello habia visto por primera vez a la chica “X”...Aquel nombre habia sido el que le habia colocado Matt con sus ideas de “investigación”.
-A ver, supuestamente la vistes aquí ¿No?-asiente ante la pregunta y el pelirrojo observa detenidamente las teclas.

-No estamos buscando ADN.- alejándolo del instrumento.

-Las teclas estan frías.-Mihael lo observo con poco interés.-Vamos solo fue un comentario.- recibió tan solo un bufido.

-Aquí no conseguiremos nada, no hay nadie aquí, solo nosotros.-

-Entonces revisemos el resto del orfanato ¡Aún queda un amplio espacio que ver!-le sujeta el brazo y lo lleva arrastrando como si de un juego se tratase.

-Vamos Mello, ponle ánimos.-alentando al ojiazules para que intentara poner más entusiasmo a todo ¿Pero cómo podría hacer? Sentía que en el pasillo hacia más frio que lo habitual.

-Eso intento Matt. Pero ya hemos revisado casi todo el edificio y ningún rastro.-ya estaba empezando a frustrarse ¿Acaso se la trago la tierra o qué?...No, nunca admitiría la opción de que tal vez haya sido causa de su imaginación...Pero estaba de prueba la música, que tan solo habían escuchado él y Nate.-Pensarlo me anima más.- irónicamente.-¿Ahora a donde te vas?-viendo como el mayor se acercaba a la salida que daba al jardín.

-A ver el exterior, tal vez encuentre algo sospechoso.-aún continuaba con su papel de “detective”.

-Ya, has lo que quieras. Yo me quedare aquí adentro, cualquier cosa ya sabes donde estoy.- ¿Y en donde más? No se podía salir del terreno que ocupaba el orfanato.

-¡De acuerdo!-toma marcha sin fijarse si su compañero de cuarto habia vuelto al interior ya o no.-Primero a comenzare en este sitio.-observando el lugar donde jugaban con el balón de futbol. No habia nada...Como en los demás lugares que visito.

_______________

Seguía caminando y nada, además que no habia nadie, ya que el resto de los huérfanos se encontraban en el interior. Pero nada le quitaría sus ánimos de investigar los alrededores. Por algún sitio debería aparecer alguna prueba.

-O tal vez Mello estaba delirando y se creyó haber visto algo.-sus pensamientos sobre la posible existencia de algún ser paranormal se empezaba a desmoronar.- Mejor descanso un poco.- sentándose al borde de una fuente antigua del lugar.

Se quedo por unos momentos pensando...Era el único que no sentía nada. Que decepción ¿Acaso tenia que ser más inteligente para que le ocurran cosas así? Bufó a lo bajo y sacó de uno de los bolsillos de su pantalón su pequeña consola portátil.

-Oh.-sintiendo un pequeño ruido de una rama rompiéndose.-Pensaba que estaba solo.- viendo la figura de otro huérfano a su lado.

-¿Desde cuando esta así?-elevó una ceja por un momento, pero por fin, luego entendió a que se refería.

-Ah, la fuente ¿No? Hace un par de años dejo de funcionar.-respondió mientras observaba como la mano del que lo acompañaba tocaba lentamente una estatuilla.

-Ya veo...Que lastima.-llego a decir a lo bajo, pero Mail consiguió oírle.

-Al parecer si...-se encontraba solo.- Como odio que las personas se desaparezcan así de repente.-se puso de pie.- Casi te olvido.-Sostiene su consola y se introduce en el orfanato nuevamente.

_______________

-¿Y ocurrió algo detective Matt?-le dio un fuerte mordisco a su chocolate.

-No, para nada. No encontré pista o rastro alguno.-se desploma sobre una silla.

Ambos ya se encontraban completamente frustrados, hasta el pelirrojo, claro esta por el hecho que no funciono su intento de “orfanato embrujado”.

-¿Pero seguro que no ocurrió nada afuera?-negó con la cabeza, pero luego de unos segundos levando un dedo.

-Estaba en la fuente y encontré a otro huérfano, que me pregunto por que estaba así y le respondí. Me pareció una pregunta un poco tonta, ya que hace mucho tiempo que no sirve.-le da un sorbo de un vaso de agua que habia sobre una mesa.

-Como si no hubiese estado mucho tiempo aquí...-pensando lo alto.

-Podría decirse que sí.-terminando de tomar el líquido.

-¿Y como era?-los ánimos ya le habían vuelto a nacer.

-Era una chica, que por lo que yo creo, no vi antes.-Mello estaba apunto de gritar Eureka ante la confesión del que lo acompañaba.

-¿Tenia cabello negro?-asintió.- ¿Ojos castaños oscuros?-volvió a asentir.- ¿Pálida?-Repitió la misma acción y se quedo mirándole.-Estas en lo correcto detective.-le golpea el hombro con su mano.

-¡Al fin!-exclamó poniéndose de pie.- ¡Por fin pude ver a la chica paranormal!-el rubio lo miró fijamente.- Si lo sé...Siento no haberte creído.-se disculpa ante su amigo.

-Ves, no estoy loco.-da un mordisco triunfal.- ¿Vistes por donde se fue?-le preguntó sin dejar de comer su chocolate.

-No para nada.-el ojiazules frunció el seño.- Pero que quieres que hiciera, desapareció de repente como lo hacen todos cuando les hablo.-pronunció enojado.

-Por alguna razón será.-ese comentario no habia servido para nada, pero al que lo dijo le daba gracia ver el rostro del chico de googles.

-Ya, continua fastidiando al pobre de Matt sin misericordia.- No era momento para ese tipo de escenas.

-Ya deja de decir estupideces de una vez.-le da un puntapié en la rodilla y el ojiverdes no pudo contener un grito.-Así esta mejor, ahora intenta pensar una forma de encontrarla.-

-¿Pero tu no eras el más inteligente aquí?-se gana otro patada.-De acuerdo entendí, veré si se me ocurre algo Su humor mejora día a día.-Pensó mientras se intenta de poner en pie mientras vigilaba que no se le ocurriera golpearlo de nuevo.

-Al parecer tendré que hacerlo a pesar de todo...-mordiendo con más fuerza su chocolate.

-¿A que te refieres Mello?-

-Tendré...Que preguntarle a Near que más le ocurrió respecto a esto.-le irritaba el simple hecho que ahora tendría que depender de lo que ese albino pudo llegar a ver.-¿Ahora de que te ríes?.-pregunto antes de intentar de sujetarle el cuello a Matt.

-Nada, nada, tan solo me da risa la expresión que has puesto, solo eso.-esquivando el brazo de su amigo antes de que lo alcanzara.-Yo tampoco tengo ánimos de acercarme a él...-no pudo evitar recordar todo lo que habia pensado en aquellos días...Pero no era el momento. Agitó la cabeza y continuó.-Pero si queremos saber algo más, tendremos que preguntarle.-

-Si lo sé, espero que sirva para algo esto, sino tendré que hacerlo hablar a la fuerza.-saliendo del cuarto y lo sigue su compañero.


-¿Me puedes decir donde puede estar metido un engendro como ese?-Aquellas dulces palabras fueron pronunciadas por un rubio furioso mientras caminaba por el pasillo.

-Cálmate Mello, ya aparecerá, dudo que este afuera, seguro debe estar en alguna habitación distrayéndose con sus juguetes o algo parecido.-

-Si, seguramente.-gruñe y muerde un nuevo chocolate, esta situación ya lo estaba hartando.-¡Maldita sea donde estas!-Habré una puerta y ve algo en el suelo.- ¡Aquí estabas metido!-el pelirrojo lo sigue antes de que hiciera algo.

Near no se molesto siquiera en mirarlos, estaba más ocupado en ordenar las fichas blancas correctamente en sus lugares. Mihael no sabía si gritarle o golpear para que reaccionara de una vez.

-¡Responde!-los ojos azabaches por fin se dirigen hacia el.-Tenemos que hacerte unas preguntas y si no quieres responder, lo tendrás que hacer igual.-dice dejando en claro que era una orden.
-¿Qué quieren saber?-volviendo a armar el pluzzle.

-¿Has visto algo extraño últimamente?-interrogó Matt para unirse a la conversación.

-Puede ser...-contestó colocando una ficha sobre otra.

¿Acaso eso era una respuesta? Ya habia comenzado a irritarle la forma en la que ya habia comentado a contestarle.

-A ver, acaso no entendiste.-gira por un momento.-La cuestión no es un “puede ser” es un si o un maldito no.-su amigo le sujeta el brazo antes de que pudiera llegar a arrojarle algo al menor.

-Si...-susurró y apenas el resto pudo oírlo.-Vi a una niña de cabello ondulado y color negro hace unas horas.-ambos “detectives” se miraron mutuamente por un momento y luego siguieron viendo a Nate.-¿Entonces es ella no?-tocando el rompe cabezas.


-¿Algo más?-por ninguna razón le respondería algo, él estaba haciendo las preguntas ahora.

-No.-se pone de pie y junta el tablero ya terminado.-Pensaba que tenían una mejor capacidad mental, pero al parecer olvidan fácilmente...-se va de allí dejándolos en silencio.

-¡¿Poca capacidad mental?!-gritó al fin reaccionando de todo eso, el pelirrojo consigue sujetarlo antes de que fuera a golpear a Near, aunque se lo merecía, ahora no era el momento.

-¿Qué quiso decir con eso?.-no comprendía para nada.

-Ni yo lo se Matt, ni yo...Pero algo sabe y no nos lo quiere decir.- mordiéndose un dedo.-Pero ya lo averiguare por mi misma. Sabré quien es aquella chica.-ambos ojos esmeraldas lo observaban, hace mucho tiempo que no lo veía tan decidido como ahora.

-De acuerdo Mello, yo te ayudare a hacerlo, además esto ya me involucra a mi.-lo miró.-Nadie se va mientras le hablo.-dice enojado.

-Como digas señor detective.-pronunció burlonamente y luego se fue riendo por todo el pasillo.

-¡Que malvado Mello!-le gritó mientras lo sigue, pero aún no se habia detenido la risa burlona del rubio.

_______________

-No...No recuerdan, estan tardando en darse cuenta. Seguro tú ya lo sabes... ¿Pero por qué haces esto? ¿Acaso quieres divertirte?...-enroscó un poco de su cabello con su mano y continua mirando por la ventana.
_______________

Un nuevo día habia comenzado, pero nada. Sea lo que hiciesen no conseguían adelantarse en este particular caso, que cada vez parecía complicarse más y más. La música de noche continua y el pelirrojo aún no lograba oírla.

Mihael no quería pensar ni en el hecho de ir a preguntarle nuevamente a Near, simplemente si iría seria para golpearlo por la forma que les habia contestado la otra vez. Debía averiguar que sabía. Maldijo en su mente, ese albino siempre tenía que saber más que ellos. ¿Pero que supuestamente estaban olvidando?

-¿Y has averiguado algo Matt?-viéndolo acercarse.

-Para nada. Tan solo me entere del tema tan interesante de hoy. Todos estan hablando respecto al “supuesto” nuevo huérfano.-le da un sorbo a un vaso con agua que estaba por allí.

-¿Acaso que pasa con él?-preguntó sin interés alguno, pero no tenia nada que hacer hasta que consiguiese más pruebas.

-Bueno, recuerdas la habitación que “supuestamente” esta él.-asiente y se estaba empezando a irritar que el muchacho destacara palabras.-Al parecer no vieron que haya salido de allí alguna vez. Tampoco se ha visto nadie nuevo en las clases.-termina de tragar el liquido.

-Otro raro más en todo este manicomio y justo uno que no sale ni de su cuarto para comer.-masticando su dulce.

-Y al parecer tampoco nadie ha entrado, cuando tocan la puerta tampoco contestan. Me pregunto que podría estar haciendo...-llevando su mano a la barbilla.

-Tal vez siquiera esta ahí, por eso nadie contesta ni nada.-pero pensándolo mejor, antes habia escuchado un ruido proveniente de ese cuarto, por lo cual no podía ser que estuviese vacio.-O tal vez...-sus ojos se abrieron de par en par.

-¿Qué pasa Mello? ¿Esta vencido el chocolate acaso?-se gana el primer golpe del día.-Auch siempre tan afectuoso.- tocándose la cabeza.

-Silencio, acabo de llegar a una conclusión.-el pelirrojo levanta los brazos “¡Por fin” pensó en ese momento y el rubio siquiera se molesto en ver que idiotez estaría haciendo.- Seguramente lo que este allí adentro tiene relación.-

-¿Qué la conocerá acaso?-le da otro golpe.- ¿Ahora que hice?-sin dejar de acariciarse la frente.

-No seas imbécil, el cuarto es de ella. Hay muchas coincidencias en todo esto.-se pone de pie y empieza a caminar de un lado a otro.

-Pero Mello, nadie, pero nadie, vio a alguien salir de allí y nosotros la vimos en diferentes partes del orfanato.-agregó al comentario.

-Si lo se, pero seguro salió en el momento en que ningún persona estaba cerca. Además no creo que se quedaran vigilando una puerta para siempre. Un nuevo huérfano llega, conocimos a esta chica que jamás habíamos visto antes, cosas raras suceden...-gira a mirarlo.-¡Todo encaja sin la menor duda!-Sus ánimos habían vuelto.

-¡Por fin has vuelto a pensar coherentemente, Mello!-

-Mejor cállate y muévete de ese asiento.-el pelirrojo obedece al instante y se pone a un lado de él.- Tenemos que ir a ese cuarto y ver a aquella niña.-ambos se van rumbo al lugar donde se encontraban las habitaciones.

_______________

-Bueno Mello, ya estamos aquí ¿Ahora que?-observando confundido aquella particular puerta.

-Simplemente vemos como entrar y ya seg...-la perilla se gira.

-Al parecer esta abierta...-mira al rubio y el también, asienten ambos a la vez y Mihael por fin abre la puerta para entrar...

El cuarto estaba vacio, no habia ningún ser en su interior.

Caminaron lentamente por la habitación y observaron el estado de las paredes, no habia rincón que no estuviera repleto de dibujos incoherentes. El suelo estaba cubierto por hojas rotas y arrugadas, como si aquella persona no hubiese estado conforme con lo que hubiese trazado en ellas.

-Mello...Este cuarto simplemente es muy raro.-sin dejar de observar todo el alrededor.- ¿Eso no esta escrito en francés?-viendo ralladuras en la mesa que formaban palabras.

-Al parecer si...-desarruga una de las hojas del suelo y consigue ver tan solo dos letras “NO”.

-Creo que oí algo... ¡MELLO!-grito para que el rubio reaccionara y lo observó. Al mismo instante la puerta de la entrada del cuarto se cierra.

-¿Qué?-exclamó el ojiazules y se acercó a ella. Pero más que intentara abrirla no lo consiguió, se encontraba con llave.

-¡No puede ser! ¡Nos hemos quedado encerrados!-golpeó la puerta usando su cuerpo pero nada, era un caso perdido.-¡¿Ahora que haremos Mello!?-le interrogó nervioso.

-¡No lo sé Matt! No lo sé...-se sujetó la cabeza y le dio una patada a la pared. Precisaba calmarse, no debía perder el control.- Deberemos quedarnos aquí un rato...-se acercó hacia una biblioteca.

-¡¿Pero que dices?! ¡Además siquiera sabemos como se pudo cerrar la puerta!-intentando de que le prestara de una vez atención.

-Lo se Matt, pero no lo ves, no podemos salir aunque lo intentemos, al parecer esa puerta es más resistente de lo normal. Además nunca conseguiremos abrirla, ya que con esa cerradura no se pueden usar ningún truco.-mirando los nombres de los libros de allí.

-Maldición...-lo miró para averiguar que estaba haciendo.- ¿Acaso quieres leer justamente en esta situación? –ahora el estaba empezando a fastidiarse.

-Ya cálmate de una vez, que alterándote no lograremos salir de aquí. Además no lo vez, esta es una oportunidad para averiguar más, estamos en su cuarto.-Matt asume que algo de razón tenia y agarra un libro para verlo mejor.-Tal vez podre averiguar un poco sobre de que me estoy olvidando...-

Lazos |Cap 2|

Capitulo 2:

La leve luz que traspasaba el cristal de la ventana le hacia arder levemente sus pupilas. El clima ha vuelto a la calma, aunque el sol no brillaba con una resplandeciente energía, no parecía muy próxima algún tipo de tormenta.

Era Domingo, por lo tanto ese día tampoco tenían que ir a clases. Por lo cual al fin, luego de un sábado aburrido, los niños del orfanato consiguieron salir al exterior para intentar divertirse un poco.

Pero él se encontraba allí, sentado en el suelo gris, tan solo contemplando la blancura de unas piezas de cartón. No estaba acostumbrado a la comunicación con sus pares, por lo tanto nunca compartía algún tipo de actividad o juego con el resto.

Su mundo estaba compuesto por él y la profunda esfera que lo separaba de los demás a su alrededor. Un niño serio, callado, que no reflejaba sentimiento alguno. Si se golpeaba, no se quejaba, si le gritaban, no respondía, si se sacaba una buena calificación, no demostraba felicidad...Todos sus días eran así, carecientes de sensaciones algunas. Tan solo era como un dispositivo inteligente, que conseguía moverse, pero que la mayoría de su tiempo lo pasaba armando su pluzzle una y otra vez, o simplemente con otro tipo de juguete que encontrase.

La comunicación o interacción no aparecía en la lista de vida. Acercó lentamente su mano a su cabeza, sostuvo entre sus dedos una pequeña cantidad de cabello y lo empezó a enroscar lentamente, a la vez que dirigió su mirada al pasillo. Este estaba siendo recorrido por una gran cantidad de huérfanos.

Pudo notar el simple hecho de qué algo o alguien, llamaba la atención de esa revoltosa multitud, levemente su puso de pie y en paso lento se dirigió a la salida de la sala en la que se encontraba. Se podía ver a un grupo de niños y niñas, observando la puerta de un cuarto en particular. Llego a recordar, que era la misma de la que le había platicado con Roger el día anterior. El huésped había llegado y al parecer, todos estaban interesados en saber quien era.

-Niños por favor, despejen el pasillo y diríjanse a desayunar.-exclamó a los demás presentes, mientras que con ayuda de sus brazos los dirigía a la amplia puerta del comedor.-Tu también deberías ir a desayunar algo, Near.- dirigiendo su mirada al albino que se encontraba nuevamente en el suelo
.
-Lo pensare.-pronunció levemente, colocando una pequeña ficha del pluzzle en su respectivo lugar en el tablero.

-¿Quién estará allí? No vi que nadie alla salido de esa habitación...-susurro una niña de cabello castaño a su amiga que la acompañaba, caminando ambas por el pasillo rumbo al comedor del orfanato.

-Parece que tan solo el señor Roger saben quien esta allí... ¿Sera un niño o una niña?...Lo...-las palabras se fueron perdiendo con la distancia que ya habían recorrido ambas jóvenes.

El albino comenzó su marcha, se detuvo. Sus ojos azabaches se encontraban observando la puerta que hace unos momentos estaba rodeada por un pequeño grupo de niños...Y luego siguió su camino, hasta llegar al lugar en donde desayunaría.

Fue el ultimo en llegar, los demás que integraban el orfanato ya se encontraban en diferentes mesas, tomando te y comiendo galletas que acompañaban a la caliente bebida.

El tan solo se acerco a uno de los lugares vacios, el simple hecho de quien estuviera a su lado no le importaba, jamás habia tenido comunicación con ninguno de sus pares. Miro por unos segundos la pequeña taza y dio un pequeño sorbo al líquido que contenía. Sostuvo una galleta, le dio un simple mordisco y la dejo nuevamente en su lugar.

Luego de esos actos se puso de pie y se dirigió a la salida del comedor. En esa ocasión no tenia apetito, por lo cual no habia necesidad de alimentarse más. Su pequeño cuerpo ya se encontraba recorriendo lentamente el pasillo rumbo a una pequeña sala, que no se encontraba tan lejos de allí, tan solo tendría que pasar el lugar en que se ubicaban las diferentes habitaciones.

-¿Habré dejado allí mi pluzzle?-Pensó por unos segundos deteniéndose, antes de llegar a la puerta del primer cuarto.- No estuve en ningún lugar, tan solo allí.-susurró para el exterior levemente y continuo su marcha.

-¡Mello!-Exclamó un pelirrojo desde el otro rincón del pasillo.-¿Qué ocurre?.-

Ya eran las seis de la tarde, las horas habían pasado muy rápido. Se habían encontrado en el jardín jugado desde que finalizo el desayuno y ahora se estaban dirigiendo a su alcoba para descansar un momento de tantos juegos.

El rubio en mitad del camino se habia detenido, dejando que el muchacho de googles se adelantara a él.

-Nada Matt...Tan solo me pareció escuchar algo.-contestó recobrando la marcha y se puso a un lado de su compañero.

-¿Escuchar algo?...-dirigió su mirada hacia atrás.-Ah...Esa habitación. No debe ser nada Mello, seguro que debe ser un niño en su cuarto, eso es todo.- pronunció mientras sacaba un cigarro de una pequeña caja blanca.

-Aún sigues con eso.-dijó severamente a Mail, que tan solo hizo más que prender el elemento, que hace un par de años se habia transformado en un vicio, difícil de superar y que jamás conseguiría hacerlo.

-Vamos Mello, ambos sabemos que aunque me sigas criticando, tan solo seguiré fumando, es algo que no puedo contener.-Girando la perilla de una puerta y entra al cuarto.-Ya se lo que te preocupa.-susurró antes de que el rubio consiguiera sentarse cómodamente al borde de su cama. Movió su cabeza levemente, para escuchar lo que le diría.- ¿Aún sigues pensando en ese examen, no?- recibió un gruñido y el joven se giro para no mirarlo a la cara.- Como esperaba.-se recuesta a lo largo de su lecho.- No sé porque pero siento algo extraño...-susurró dejando su ya, terminado cigarro a un lado.

-Seguro no debe ser nada Matt. Deja de fumar, que ya estas empezando a sentir cualquier cosa.-se siente el crujir que producía la porción de chocolate a ser mordida por su blanca y filosa dentadura.

-¡No dudes de mis sentidos sensoriales!-un almohadón le rosa la cabeza.- Cada día eres más amigable Mello.-el segundo le da en la mitad del rostro.-De acuerdo, ya entendí.-Agarra el la esponjosa almohada y la deja en la cama de Mihael.

-Mejor guarda silencio y duerme. Seguro la falta de sueño te hace mal al cerebro.-gruño ya totalmente recostado en su lecho.

-¿Tan temprano y ya duermes, Mello?-

-Estuvimos más de diez horas corriendo, claro que me encuentro cansado, Matt. Pero no tanto como tu.- observando que las piernas del mayor temblaban de tanto ejercicio.

-Sinceramente si, será mejor descansar. Además de que mañana tenemos cinco exa....-Las palabras se esfumaron al notar que el rubio se encontraba durmiendo ya. Las ultimas noches habia descansado muy poco, siempre estudiando y estudiando...Se merecía dormir por un momento, por lo cual decidió cerrar lo ojos e intentar hacer lo mismo.

El día de mañana tendría varios exámenes, el tan solo habia tocado los libros por miserables 2 horas. Simplemente no le interesaba el hecho de sacarse perfectas calificaciones en los escritos, era bueno, pero no quería resaltar tanto. Prefería jugar a sus videojuegos, fumar...O tan solo pasar tiempo con su amigo de ojos azules.

--------------------

Su mente estaba totalmente a oscuras...Pudo notar algo familiar, dos manos... ¿Sus manos? Con cada segundo que pasaba su cuerpo empezó a aparecer lentamente, dejándolo en medio de una extensa oscuridad. Tan solo encontraba el en medio de la nada.

No escuchaba su respiración, ni el latir de su corazón...No sentía nada, tan solo sabia que se encontraba allí, arrodilladlo en un lugar que no tenía ni fin ni comienzo, un manto oscuro sin vida... ¿Estaba soñando? Lo más claro era que si, pero...Parecía real.

La sensibilidad volvió a su cuerpo, sintió frio...Pero en ese lugar ni una brisa pasaba...El ambiente era helado, las penumbras hacían llegar a cada poro de su cuerpo ese escalofrió tenebroso...
Un ruido empezó a escucharse entre tanto silencio, entre tanto vacio. Sonaba como...¿Gotas de agua?

Clap Clap...
El ruido continuo...Era como una cadena sin fin...
Clap Clap...
Nunca se detenía...
Clap Clap...
Ese sonido ya empezaba a inundar su mente, hasta comenzaba a ser molesto ¿Pero como detenerlo? No sabia de donde provenía...Aunque caminara y caminara, tan solo se conseguía ver lo mismo...Más oscuridad.
Clap Clap...
Dejó escapar un bufido que demostraba su furia Maldito ruido. De repente pudo sentir que el ruido finalizo...Suspiro, por fin habia terminado de hacer sonido las molestas gotas, que tanto ya lo estaban alterando...Pero a continuación empezó a escuchar algo nuevo...Una voz...

--------------------

-¡Mello!-pronuncio.-¡MELLO!- grito más elevadamente mientras agitaba de los hombros al rubio para que se despertase.

-¡Detente Matt!-Respondió el recién despertado, dándole un amigable empujón para que se alejara de él.- Ya...- Se puso de pie y se dirigió a un amplio mueble, para así, buscar las vestimentas que se pondría ese día.

-Tan solo te desperté, porque me pareció raro que te despertaras a estas horas del día. Faltando tan solo 10 minutos para que comiencen las clases.-agitando su camisa a rayas para quitarle el polvo que habia acumulado cuando cayo al suelo, gracias a la delicadeza de su compañero de cuarto.

-¿Qué?- Pregunto histérico observando el reloj, el joven adicto a la nicotina tenia razón.- ¡Pero porque no me despertaste antes!-su calma llego a ser nula en ese momento.

-Lo intente, pero no lo hacías, aunque tocara una banda de rock a un lado tuyo, no lo harías. No puedo creer que al fin haya conseguido despertarte.- terminó buscando algo debajo de un mueble y saca su consola portátil. Si, ya habia conseguido baterías para utilizarla.

Mello tan solo se dedico a vestirse rápidamente y luego dar vueltas en círculos con una de sus blancas manos en su frente. ¿Tanto habia dormido?...En sí... ¿Tanto tiempo habia estado soñando con lo mismo? Pareciera como si tan solo segundos hubieran pasado, desde que su cuerpo apareció entre esas extrañas penumbras, hasta que lo desperto el niño de googles.

Ya no habia tiempo para pensar en esas cosas, habia sido un extraño sueño, pero nada más que ello. Ahora debía concentrarse en los exámenes que tendría en el día de la fecha. Tendría que utilizar todos sus conocimientos y potencial, si pretendía...

- Superar por una vez a... Near.-Pronunciar ese nombre le causaba un agrio sabor a su boca, tendría que hacerlo...Tendría que ganarle. Para algo se habia mantenido tantas noches en vela, para algo intentaba superarse el mismo más y más...-Ya vera que puedo ser mejor que él.-Pensó, aún manteniendo la histeria de esa no tan agradable mañana.

-Mello, será mejor que nos apuremos. No creo que quieras llegar tarde a los exámenes...-Antes que finalizara, él ya nombrado, se encontraba caminando por el corredor rumbo al salón de clases, el oji verdes tan solo le siguió el paso, sin sacar la vista de su consola.

Al llegar al salón ya todos los huérfanos se encontraban ubicados, pero la profesora que les tomaría el primer examen del día, aún no habia llegado.

Los chicos entraron en la sala y se dirigieron a sentarse. En el camino unos ojos azules llenos de remordimiento y desprecio, asecharon a un albino, que tan solo se dedicada a ver unas piezas de un pluzzle esparcidas en su pupitre.

Ambos caminaron lentamente hasta que ocuparon sus respectivos lugares. En ese mismo momento una mujer mayor, de cabellera castaña y ojos grises, se coloco en frente de la clase. Todos la observaron y luego de unas palabras, pasó a un lado de cada uno entregándoles unas hojas.

-Muy bien niños, tendrán lo que quedan de estas dos horas para completar el examen. Ya pueden comenzar y suerte. –A continuación tomo asiento y a los segundos ya se podía sentir el rosar de los bolígrafos que utilizaban los menores para completar el extenso examen.

Las horas pasaron y los exámenes de ese día ya habia finalizado completamente.

-¡Ah!-suspiro agotado agitando sus cabellos rojizos rápidamente con sus dedos.- Tantos exámenes en un mismo día si que cansa a la mente.-pronunció detrás del sonido que producía el juego al que se estaba dedicando en ese momento.

-Vamos, tu no has hecho mucho que digamos.-dijó mirándolo seriamente, el muchacho tan solo contesto con una sonrisa y continuo jugando.- Espero que pronto corrijan los exámenes...-Ya se encontraba impaciente, ya quería saber sus calificaciones...

-Sera mejor que tomes un poco de aire, tanto ambiente educativo ya te esta abrumando la mente, Mello. Vamos por unos minutos al pasillo.- el rubio tan solo asintió y se dirigieron al exterior del salón. Precisaba movilizarse, los nervios no le permitían hacer otra cosa.

-Si continuas así, terminaras haciendo un hueco en el suelo...-el que lo acompañaba parecía no escucharlo, estaba más pendiente en sus pensamientos que en las palabras que salían de su persona.- De acuerdo...-dijó y continuo con su deber de lograr pasar los diferentes niveles.

Una mujer de estatura media, con un cabello rubio, que al pasar los años se fue asemejando a un color blanco nieve, vestida por un amplio vestido turquesa que deja lucir la antigua época en la que fue creado, se asomó lentamente por una de las puertas del pasillo.

-Mello, Matt. Acérquense por un minuto.-ambos se miraron por unos instantes y se dirigieron hasta allí.- Ya tengo los resultados de sus exámenes, pasen y ya se los entregare.-los tres ingresaron a la habitación y la mayor se acerco a un escritorio.

Pasó un par de hojas, hasta llegar a las de los niños y se las entregó a cada uno. Eran los exámenes que en esa ocasión. Ya con lo que esperaron entre sus manos, se retiraron rumbo al pasillo.

-Como esperaba.-pronunció normalmente un pelirrojo al notar que sus calificaciones no habían cambiado.

-¡Maldita sea!-exclamó furioso el oji azules al verificar los puntajes que habia obtenido.- ¡Nuevamente lo mismo! ¡Otra vez segundo!-empezó a pronunciar maldiciones entre sus gruñidos histéricos, que dejaban apreciar notablemente en el estado que se encontraba.

-Tranquilo Mello...No te hace bien que te pongas así...Son simple...-

-¡No! ¡No soy simples exámenes para mi Matt! ¡Más que nadie lo tendrías que saber bien!-estrella su puño contra la pared que se cruzaba en su camino.

El muchacho de googles suspiro en su interior al observar esa escena que cada día se repetía...La escena que jamás parecía tomar otro rumbo...No le agradaba ver a su amigo de esa forma y menos aún por la culpa de un niño, que el simple hecho de escuchar su nombre le fastidiaba, que ni siquiera se inmutaba al estado del rubio.

Tan solo se encontraba allí, a lo lejos, sentado en el suelo, completando su pluzzle blanco, sin demostrar ningún rasgo de interés de lo que ocurrió a su alrededor... Él era causante de los penares de Mihael, de las noches largas sin sueño, concentrándose únicamente en superarlo de alguna manera.

Hoy nuevamente tendría que conseguir calmar al molesto joven que no hacia más que maldecir la existencia del albino a cada segundo, molestarse más y más por las calificaciones que habia obtenido...Que no habían sido suficiente...Nuevamente.

-Mello cálmate por un momento, tanta ira no te hará bien.- puso una barra de chocolate a unos centímetros de su rostro. La tomó rápidamente sin nombrar palabra alguna y empezó a mordisquearla con rabia. En estos momentos era lo único que podía hacer, por lo menos el chocolate lograría tranquilizarlo un poco, no lo suficiente, pero por lo menos era algo.

-Me iré al cuarto.-giró su cabeza unos centímetros antes de que Matt diera un paso.- Me iré.-El niño de ojos esmeraldas comprendió el mensaje entre esas palabras y se quedo en su lugar, observando como Mello se alejaba por el pasillo. Tal vez, lo mejor seria dejarlo solo y que piense por si mismo todo lo que habia ocurrido.

Notas entrelazadas...Que se unían para conformar una hermosa y suave melodía. Melodías que construían una brillante sinfonía
.
Con cada paso que daba se escuchaba más cercana...Nunca se detenía. Sus oídos podían reconocerlas claramente...Antes las habia escuchado...Era el mismo ritmo, pausado y relajad
o.
La calma es un momento que solo en algunas ocasiones se puede observar...

Una voz tenue se empezó a oírse entre la tranquila tonada...

Hay que esperar por ese momento...En donde las metas se alcanzaran...

-¿Quien es?-se preguntó a si mismo...Miró a su alrededor, no sabia muy bien adonde habia llegado. Vivió muchos años en el orfanato, pero nunca habia recorrido esta parte del lugar.

Calma...Piensa antes de actuar...Sino la pared que has construido se demolerá...

Esa letra no era justamente lo que necesitaba oír en ese momento...

Sigue firme en tus pasos, nunca mires hacia atrás...Que si sigues hacia delante...Tal vez algún día lo lograras...

-Lograrlo...-sus pasos ya eran cada vez más lento.

Aprende de tus errores...Pero no vivas del pasado...El futuro es algo incierto, que se construyen con el camino que has marcado...Piensa en el hoy, las piezas del presente son las que construirán tu futuro...

-Piensa en calma y tal vez un día lo conseguirás...-al mismo tiempo de pronunciar esas palabras, las teclas quedaron inmóviles...Y dejaron de transmitir melodía alguna.

Termino su marcha, dirigió su mirada al interior de la habitación en donde hace unos segundos se escuchaba el canto y las tonadas del piano... Consiguió ver a una persona de espaldas, que tan solo observaba sus manos inmóviles, en posición de espera para tocar una nueva sinfonía.

-¿Quién eres?-interrogó firmemente el rubio ya ubicado en el interior de la sala.

No respondió. Tan solo se molesto es mover la larga cabellera de su hombro.

-¿Acaso no pretendes responderme?-su tono se agravo más.

-Tu voz deja transmitir la ira que sientes...Al parecer algo te ha ocurrido hace unos minutos...-Se quedo inmóvil escuchando.- La ira entremezclada con miles de sentimientos, conformando una simple manto de odio que cada día acrece más... Y siempre ocurre por la misma razón...¿O me equivoco?-

-Deja de meterte en mi vida y responde.- Pronunció con firmeza frunciendo su seño.

-Parece que no me equivoco...-Movió sus piernas lentamente y dio la espalda al instrumento.

Mello consiguió ver la figura de una niña, que aparentaba tener la misma edad que él. Vestía una blusa oscura de largas mangas, con tenues detalles bordados, que conseguían ocultar completamente sus brazos, unos simples pantalones grises, que no conseguían tapar los delgados tobillos, y un par de zapatos gastados. Observo su tez clara....Un largo, ondulado y negro cabello resaltaba con el contraste de su rostro pálido. Sus ojos eran de un color castaño...Depresivos, oscuros, desolados...Tan solo te trasmitía vacio... Una confusa combinación...Si no estuviera en esos instantes hablando, la consideraría muerta o un simple espíritu, que se dedicada a vagar por el desdichado mundo...

-Al parecer conoces la letra de la canción que estaba interpretando...-pronunció con un tono de voz calmo...Como si el simple hecho de estar allí no le interesara...

-¿Eh?-Recordaba haber escuchado esa canción alguna vez...El sonido...Hasta habia conseguido completarla involuntariamente...-Ahora que lo pienso...Puede ser que la conozca...-respondió.

-Pero aún no sabes cuando o donde la has escuchado... ¿No?-sus inexpresivos ojos se enfocaron en el rostro del muchacho...Desde allí podía saber que simplemente estaba en lo correcto, al parecer, no recordaba nada.

-No, no lo recuerdo...-De repente un sonido interrumpió el ambiente de la conversación y dirigió su mirada al pasillo.-

-Parece que una persona esta buscando a alguien...-creando en sus manos un pequeño bollo compuesto por un azulado envoltorio.

-Ya creo saber a quien estan buscando...-pronuncio aún observando el corredor.

-Será mejor que vayas entonces.-Mello se retiro del salón sin despedirse y se dirigió al sitio en donde precisaban su presencia. La muchacha desenvolvió lentamente un dulce y lo introdujo en el interior de su boca.- Al parecer no me recuerdas...-