Lo que siento
Capitulo 2: Déjame ayudarte.
Por fin había acabado el día de clases, pero para mi había durado como años, siquiera mi prima me habían hecho reír. Era mi día más deprimente, había tropezado y la gran piedra que llevaba enzima, ahora me aplastaba completamente.
Los de mi curso me miraban extrañados…Si, me pasa algo, pero no se enteraran. Sonreí y dejaron de susurrar ¿Una simple sonrisa los calma?
Salí del salón y mire hacia la entrada del instituto, esta allí, junto a Natalia, esperándome. Mi muerto corazón había vuelto a latir con tan solo verlo, pensar que se iría…Pero me espera, es que siempre soy el que tarda más.
-Con qué paz caminas, apúrate de una vez o te quedaras encerrado en la escuela.-ya empezó con sus quejas. Pero para mi eran como cantos de ángeles, que debía obedecer…
-Controladito.-me dijo burlonamente mi tierna primita y yo no hice más que reírme, en si, me daba gracia, no me ofendía ni nada parecido. Sebastian giro los ojos, le molestaba, pero a la vez el también quería reírse, se le notaba en su rostro.
-Hasta cuando se contiene es lindo…-
-¿Has dicho algo?-clavo sus ojos sobre mi y me sentí disminuido completamente.
-No, para nada. Solo hablaba en voz alta.-me rasque la cabeza mientras sonreía nerviosamente, hasta que me dejo de mirar, para concentrarse en su huida de sus numerosas fanaticas.
-Hoy son menos de lo habitual jeje.-si mi niña, son menos…¡Son como doce!
-¿Por qué?-
-Yo debería preguntarme eso.- esquiva a una chica.- ¿Por qué…me acosan de esta manera? No las entiendo.-agarrándose la cabeza.
Yo si las entiendo completamente, pero tu solo tienes cabeza para darte cuenta que ellas te acosan pero…Esperen, yo no lo acoso, no caeré tan bajo como ellas.
-Miru, Moki, apurensen. Si no se olvidan hoy es jueves, tienen que ir a mi casa.-felizmente, ha pesar de lo que había dicho…¿Cuenta regresiva?
-¡No me digas así!-no, siquiera me dejo contar, ya había explotado.
-¡Buah!-Nati no hizo más que correr y fue seguida por un furioso Mo…Sebastian, ya se los había dicho, detesta que les digamos así.- ¡Me quieren asesinar auxilio!- suplica correteando hasta llegar a la parada del autobús, todas las personas que nos veían no dejaban de reírse.
-Ojala pudiera.- gruñendo por última vez y se calma, tan solo para ver que siquiera me había molestado en correr para seguirlos.- Hoy esta muy raro.-
-De apoco pierde su chispa, es que esta más viejo.-risita.
-Mucha comedia por hoy…-susurre y nos subimos al transporte que nos llevaría a la casa de nuestra amiga…o prima, ya, para mi es mi amiga también.
En el camino Natalia no dejaba de contar chistes para hacernos reír… ¿Eran chistes? Parecía lo que había hecho en el día, pero yo no le prestaba mucha atención, siquiera al hecho que Sebas estaba sentado alado mío…Como de costumbre. Siempre disfrutaba estar así y yo era el primero que reía, festejando mi dicha…Pero no era así en este viaje y tampoco al llegar a la casa de mis tíos.
Hablando de ellos ¿Dónde estaban? Siempre cuando iba no estaban, seguramente volverían luego, trabajan demasiado. En la casa, mi prima es la que siempre se atiende, arregla sus cosas, lava su ropa etc. Cosas que él no hace…
-Si estas pensando en que yo no hago nada de lo que ella hace, no te equivocas.- me da miedo cuando lee mi mente.
-Deberías ser menos perezoso Sebas.-
-Miren quien habla, el que se despierta a ultimo momento.-golpe bajo.
-Y por estar leyendo Yaoi.-mi prima metidita, me había hecho sonrojar.
-Era de esperarse.-mira el fondo de pantalla del monitor de meri.- ¿Yaoi?- me señala.- Esta ya parece la PC de Martin…-
-¡Hey! Estoy aquí.- agitándome y le doy un mini golpe en la cabeza. Aunque seguro siquiera lo sintió, no tengo mucha fuerza física.
-Jeje.-no hacia más que reír, como la envidio, me encantaría estar feliz como ella…Y no tener que estar sufriendo como mi mejor amigo me pelea.
-Amigo…-se escapo de mis labios esa palabra hermosa…Pero, que a la vez, la sentía vacía.
Mientras que Meri empezaba a hacer en su computadora quien sabe que, Sebastian y yo, nos dedicábamos a hacer la tarea que nos habían dado en la secundaria. Ahora me pregunto que si es que nunca le mandan tarea a mi prima o qué. Pero no viene al caso ahora, debo hacer esto bien.
-Ya son las seis de la tarde. Espérenme mis pequeños, traeré la merienda.-dando saltitos hasta salir de su cuarto.
-Pequeños y somos mayores que ella.-tienes mucha razón.
-No entiendo este punto…-como los otros nueve, sinceramente, no soy bueno para matemáticas, nunca me salió el hecho de sumar este número por el otro, luego sacar su potencia, sin olvidarse de la X que esta multiplicándose por la Y…No puedo ni leerlo, ya me mareo.
-Déjame ayudarte.-
-¿A hacer las cuentas? Te lo agradecería con mi alma.-dicha total.
-No, no solo en eso.-los brillos de mis ojos se habían ido¿Quién apago la luz?
-¿A qué te refieres Moki?- si no me había dicho nada, era algo serio…y si que se veía serio.
-Ya sabes que no tienes que preguntarme, sino yo a ti, algo te ocurre, me doy cuenta.-
-Estas equivocado...-nuevamente me sentía disminuido alado de él.
-Como puedo decirlo.-no se quedo mucho pensando.-Desde que murió tu perro que no te veo tan deprimido.-
-¡Cómo te extraño Kien!- cuando quiero puedo ser muy sentimental…aunque no lo quiera también. De en verdad lo extraño….Hey, era una mascota genial.
-No era para que hicieras esto.-con tono molesto y me toca la cabeza, haciendo que me salga de sus piernas y vuelva a mi viejo lugar.
-No te preocupes Sebastian…-
-¿Cómo no quieres que me preocupe? Final cabo-yo te amo- eres mi mejor amigo, un hermano para mi.-ojala hubieses dicho eso Sebastian.- Si te pasa algo es como si me pasara a mi.-
Me haces tan feliz cuando dices eso, no puedo contener mi llanto…Pero no es tan solo de felicidad, sino…que yo espero algo más que esas simples palabras de amistad o hermandad.
-No, por favor, no empieces a llorar.-me acaricia la cabeza de una forma no tan tierna.- Y dime lo que te ocurre de una vez.-
-Si señor.-mirada asesina.-Esta bien, esta bien.-agito mi cabeza para intentar cortar el trayecto de esos ojos, pero era relativamente imposible.- No me entenderías si te lo digiera…-
-¿Acaso no confías en mí?-
-Es complicado Moki-llevo un dedo hacia mis labios.- No es que no confié en ti…-
-No confías.-
-¡No es eso! ¡Claro que confió en ti!-nueva escena.
-No te creo.-
-¡No me importa que no me creas!-mi actitud demuestra lo contrario…Pero no lo admitiré, tal vez un poco, pero no completamente.
-Tú sabes que no es así, sino no estarías gritando.- ¿Por qué tiene que ser tan…así?
-Ya, esta bien.-él puede conseguir todo lo que quiere, hasta me tiraría por la borda de un barco si me lo pidiera. Sin importar lo que haya en el agua, por mí que me coman millones de tiburones y, si quieren también, que los cocodrilos se unan.
-¿Y que esperas?-
-No te lo dire, además te parecería muy raro.-levanta una ceja.- Se que ya ves cosas muy raras, pero esto seria pasando de raro y seguro me odiarías.-apunto de llorar de nuevo, pero su mano sobre mi rostro me calmo.
-Puedo decirte miles de veces que te detesto, con la forma de ser que tienes, pero yo no podría odiarte ¿O acaso quieres que repita la parte de mejor amigo de nuevo?-pellizco.
-Creo que la parte de mejor amigo no serviría con esto.-se quedo callado por un momento, era inteligente, pero con la frase no encontraba ninguna salida.
-Acaso…-me le quede mirando.- ¿Te gusta alguna de mis ex? No tengo pro…-no, no puede ser.
-¡Eres idiota!-golpeando el piso con mis pies.- ¡No es eso!-¡Nunca lo seria!
-No te alteres y no me digas idiota.-Nuevo golpe en la cabeza
.
-¡Claro que lo eres! ¡Sino entenderías lo que me pasa!-ultimo zapateo, agarre un libro que tenia cerca y se lo tire por la cabeza.
-Estas loquito.-lo agarra antes de que lo rose.-No hay que tirarle cosas a la gente.- sacándome la lengua.- Y no soy adivino para saber todo si tu no me lo dices.-me calme…No podía estar tan nervioso ¿Y si le hacia algo que pudiera arrepentirme?
-¡Lo siento!-le abrase, fue lo primero que se me cruzo por la mente.-No dejes de ser mi amigo por favor, no quise lastimarte.-
-Primero, no sos capaz de lastimar ni a una mosca. Segundo, siempre serás mi amigo.-no corresponde el abrazo, pero me da un golpe en la espalda…Esa es su manera de demostrar afecto,eso creo.
-Ese es el problema…-lo solté lentamente y mire sus ojos,esperando que viera la respuesta en los míos, pero era en vano.
-¡Traje té y galletas de chocolate…!-mira la escena que parecía sacada de una manga.- ¿Qué me perdí?-dejando la bandeja sobre una mesa.
-Nada Meri, solo estábamos hablando.- responde, dejando así de mirarme a los ojos y agarra una taza.
-Esta bien.-canta felizmente y me trae la parte de mi merienda.- Muy bien, merendemos todos juntos ¡Como una gran familia!-en el suelo con a nosotros.
-Que forma de ver las cosas.-muerde un pedazo de galleta.
-¡Si una gran familia!-me uní en sus juegos, a pesar de lo de hace minutos, quería por lo menos disfrutar aunque sea un segundo.
-¿Luego me lo contaras, de acuerdo?-aprovecha el momento en que mi prima se había vuelto a enchufar en su ordenador.
-Algún día tal vez, pero no te preocupes. No quiero ver al genial Sebastian preocupado.-sonrisa gigante.
-Y sigue burlándote.-me abraza del cuello y empieza a tirarme del pelo.
-Eso duele.-hago lo mismo y todo llevo a la misma cadena, hasta que nos cansamos.
-Dejen de pelear como un par de niños de kínder.-ahora era ella la que se burlaba
-Jaja.-no podía dejar de reírme…No era que me daba gracia, sino que ataco mi punto débil, las cosquillas.
-Yo hago lo que quiero.-termina victorioso, de nuevo me había ganado. De lo que tengo de memoria solo gane una vez.
-Al fin…-suspire agotado y me volvió a mirar, parecía feliz…Me pregunto por qué.- ¿Ahora qué? ¿Te hace feliz ver a este perdedor?-puchero.
-No es eso, es que parece que por lo menos estas mejor.-tenia razón, de repente me había vuelto mi felicidad.
Feliz…Debería de estarlo, aún los tengo y más aún a él. Qué a pesar de todo, parece que siempre estará a mi lado,haciéndome sonreír, aunque me grite, luego siempre hace algo que me hace sonreír más que antes. Eso es lo bello que tiene…Una de las tantas cosas que me hacen quererlo cada vez más.
-Aunque tu no me quieras como yo te quiero.-
-¿Eh?-tenia que ser Natalia, sujetándose sus manos como si observara una típica escena de amor de telenovela.- ¡Yo no pienso así!-
-Jaja mentiroso. Además no te preocupes se fue al baño.-señala el espacio vacio, tenia razón, no estaba allí.
-Pero por favor…No digas esas cosas.-de nuevo me había sonrojado.
-¡Que tierno!-abrazo asfixiante, que en vez de estar rojo de pena, lo estaba por que me faltaba el aire.
-Au…xilio.-
-¡Mi lindo primo!-gran beso en la frente.- Todo estará bien no te preocupes.- soltándome antes de que me muriera allí mismo.-¿Quieres ver un poco de anime?-sonríe intentando de animarme.
-Pero yo elijo qué.-agarrando un porta cd’s que tenia una etiqueta que decía “Yuri and Yaoi x3” Si, hasta la carita hecha con letras y números tenia…
-Pero tú ya viste todo.-
-No empieces de nuevo.-se vuelve a reír, parece que hay gas de la risa dando vueltas en este cuarto.
-Ya volví…-estábamos cantando la canción de un anime.- Ya comenzamos con el vicio.-mira una parte y justo dos chicos se besan. Creo que le agarro un tic luego de ver eso…
-Oh.-pone en pausa justo en esa parte.- ¿Pasa algo amiguillo?-pregunta mi inocente prima.
-No…para nada.-perdiendo lentamente su tic enfermizo.
-Además ustedes dos son como una linda pareja de novios.-sus palabras sonaban tan tiernas, pero para el oído de Sebastian, no lo eran.
-Jaja…-tan solo sonreí y luego reí, mientras agarraba del brazo a mi bello amigo…Que solo evitaba todo comentario.
Ojala fuera como ella dice…
No hay comentarios:
Publicar un comentario