Lo que siento
Capítulo 8: Último piso
Me quede totalmente shockeado en ese momento ¡Quiero que la tierra me trague! ¡No puede estar pasando esto! Pero tampoco debo perder tanto la cabeza…Finalcabo no es como si me le hubiese confesado, solo se dio cuenta en que hubo un momento en el cual me gusto Nick.
-¿Pero que habrá pensando cuando se dio cuenta?... ¿Le habrá causado asco? ¿Decepción?-pensé.
-Vas a tirar el control si sigues temblando así.-se escucha un ruido.-Has perdido te gane ¿Pero que te pasa?-aún seguía temblando, no podía detenerme.
-Seba…-dejo el control en el suelo, a ver si de paso termino rompiendo algo.
-Dime lo que tengas que decirme, finalcabo yo soy tu amigo, tómame como un diario.-deja de apretar los botones del control.
-Es…Que…Es muy difícil.-agite mi cabeza pero me detengo a sentir su mano sobre mi hombro.
-Tampoco te morirás si me lo dices.- eso es lo que tu crees, tal vez me muera de un infarto.
-Si…Tienes razón…Creo.- trague en seco y lo mire a los ojos, aunque eso me costara demasiado.- Sebastian… ¿Desde cuando sabias que me gustaba Nick?-
-Desde el momento en que leí de quien se trataba en tu ordenador.-
-Pero…No voy justamente a eso…A ver…¿No te parece raro que yo, siendo un chico, haya gustado de Nick…-
-¿Qué también es un chico?-terminando lo que quería decirle.- Tal vez si me hubiese enterado años atrás me hubiese parecido muy extraño…o llegándome a dar asco.-
-Que positivo eres, me estas haciendo deprimir.-
-No termine aún. Como iba diciendo, me podría causar asco, ya que es otra cosa para mí, ya que yo siempre he salido con chicas y creo que eso es lo más normal del mundo. Pero desde que tú y Natalie me llevaron al mundo del yuri y el yaoi, pienso diferente. Cada uno puede querer a quien quiera, el embase no importa…Sino el interior. Esta bien que un chico se enamore de una chica o de una chica de otra, mientras haya amor creo que esta bien.-
-Que tierno…-
-No digas eso que me apena imbécil.-mirando repentinamente al televisor.-Es demasiado cursi, no va conmigo.-
-Eso es lo que crees…Pero de en verdad es muy tierno y me haces feliz Sebastian.-
-¿Por qué hablas así?-se gira de nuevo.- No empieces...-
-Es q-ue no…-empecé a llorar con más fuerza y abrase mis piernas.
-Aún sigues siendo mi amigo Martín nunca te apartaría de mi, sin importar si te gustan los chicos o no.-
-Gra…-siquiera podía terminar una palabra, mi llanto se había devorado el resto, pero no era tristeza.-Estoy tan aliviado, me he sacado un peso de encima.-
-Me lo imagino, siempre estaré para apoyarte Miru.-sonaba como un padre diciéndomelo y me abrazaba de una forma en la que deseaba que jamás me soltara.
-Te quiero…Moki.-
-Yo también te quiero amigo, pero deja de llorar…-me agarra la cabeza y me la levanta lentamente, ya habían dejado de salir lagrimas de mis ojos, pero aún seguía agitado.- ¡Y no me digas Moki maldita sea!-empieza a darme coscorrones en la cabeza.
-¡Duele! ¡Maltratador de menores!-
-¡Que tu eres mayor por meses! ¡Idiota!-sigue hasta que termino en el suelo.-Además no te haría daño.-
-Igual duele.-se levanta de donde estaba y se dirige a mi cama.- ¿Te vas a dormir tan temprano?-
-Son las ocho de la noche si no te distes cuenta. Pero claro…Como estabas hipnotizado con el televisor no te diste cuenta.-
-¡Pero tú eras el loco que le disparaba a los zombies no yo!-
-Pero por lo menos yo no perdí como cincuenta veces.-me tira una almohada, que por mala suerte da contra mi cabeza.-Ven, tenemos que dormir.-golpeando el colchón.
-¿Eh? ¿Vas a dormir conmigo? Pero si tienes el otro colchón ahí.-señalo para el suelo y si, estaba ahí, con sabanas y todo.
-Ya deberías saber que me duele al espalda cuando duermo en esa cosa, no te quejes.- asentí y en menos de lo que canta un gallo ya me encontraba del lado de contra la parid, mirándole de frente.
-Tu cama sigue siendo grande a pesar de los años.-demasiado comodo.
-Si tienes razón, pero eso no quiere decir que no crecimos.-aunque no era tan corta la distancia de los rostros, me apenaba completamente.
Aunque no debería de sentirme así, desde que tenemos corta edad hacemos lo mismo, dormimos juntos, se hizo como una costumbre para nosotros. Pero desde que me di cuenta que me gustaba…Es incomodo, pero a la vez gratificante, tenerlo a mi lado…verlo dormir…Es tan hermoso.
-Tienes razón, en poco tiempo mis piernas pasaran la cama.- doblándolas un poco.
-Que suerte tienes, desde que tengo doce que no crezco.-se ríe.-No me da gracia.-
-A mi si, yo aún sigo creciendo, pero en si, no sos tan pequeño.-
-Mido 1.60 hasta mis compañeras son más altas que yo.-
-Ya me había dado cuenta de eso.-muerde sus labios para dejar de reírse, ya que se dio cuenta que de en verdad me molestaba.- Pero no importa, estas bien así, además de que tiene sus cosas buenas no ser tan alto, yo cada vez más estoy cerca de darme contra la pared de mi cuarto.-
-No exageres, tampoco eres tan alto, solo mides 1.70.-le saco la lengua.-Hay chicos de tu curso que miden más que tu.-
-Lo se, esos si que crecieron demasiado, se deben golpear contra el techo del gimnasio del instituto.-
-Es demasiado alto…-ambos nos reímos, aunque si, era un chiste muy irónico, nos daba gracia.- ¡Yo algún día creceré y te pisare!-
-Sigue soñando.-
-¡Malo!-
-No te enojes…Además, ya te lo dije, estas bien así. Te hace más lindo ser pequeño, si fueras alto creo que no seria lo mismo.-bosteza.-Tengo sueño, será mejor que tu también duermas, no quiero estar tirándote de las piernas para que te levantes perezoso.-cierra los ojos.
-¡Tonto!-le dio lo mismo que empezara con mis berrinches, creo que hasta ya se durmió hace unos minutos.- Lindo… ¿De en verdad te parezco lindo?-susurre y mire su rostro.-Que tranquilo…De en verdad duermes cómodamente aquí…y yo igual.- también cerré mis ojos y de apoco fui cayendo en el mundo de los sueños.
--------------------------
-Creo que tendremos que denunciar a Morfeo, pareciera que se sobrepasa para dormirte.-
-¿Eh?...-me coso demasiado reconocer aquella voz, pero al abrir lentamente mis ojos, borrosamente…Pude reconocer aquel rostro.- ¿Sebas?-
-No, soy la muerte, vengo a buscar tu alma, pero como estas dormido por lo vago que eres no puedo sacártela.-me tira de la pierna y me tira al suelo.
-¡Auch! Me romperás la espalda así.-
-Agradece que tienes la alfombra y caíste arriba de las almohadas.-tenia razón, por eso no me había dolido tanto.
-¿No vez que alguien tan tierno como yo debe despertarse de más linda manera?-haciéndole ojitos.
-Yo no lo veo necesario.-bosteza, al parecer aún tenia un poco de sueño.
-¿Qué haces con el uniforme puesto?¡¿Tan tarde es?!-me levante de la cama y mire el reloj.
-Relájate nerviosito, aún es temprano. Solo que quería cambiarme antes.-
-¿Hace cuando estas despierto?-
-Desde hace dos horas, pero me levante de la cama hace cuarenta minutos sino me equivoco.-
-¿Qué estabas haciendo en la cama despierto?-
-Es que me daba pereza despertarme, estaba viendo si seguir durmiendo o no, pero como se que tengo que despertarte, que sino ni la alarma lo hará, me quede despierto.-
-¡Pero no escuche la alarma y eso que la puse…!-a las cinco y ya son las cinco y media.
-Ves, siquiera la escuchaste.-con una tostada en su boca.-Tú madre me hizo el desayuno antes de irse.-sonriendo.
-¿Ya se fue? ¿No me hizo nada a mi?-yendo al baño.
-¿Qué crees? Eres su hijo amado, también hizo tu desayuno, aún no se enfrió, agradece eso. Apresúrate en el baño y veni.
-¡Esta bien!-se escucha un portazo.
-Ya esta tardando demasiado, casi llega al nivel de una chica.-terminando su café.-¡Apúrate! ¡Qué tu té no te esperara para no enfriarse! Maldita sea…-
-No me arreglo tanto que tú, no estaba en el baño, sino buscando unas hojas en mí cuarto.- rascándome la cabeza.
-Te ves despeinado.-
-¡Tu también!-
-Este es mi estilo, me paso el peine, me lo desarreglo a propósito.-
-Con razón…-sin darme cuenta ya estaba enfrente mío.-¿Qué haces…?-me pasa su mano derecha por mi cabello.-Auch.-
-Ves, lo tienes enredado.-saca un peine de quien sabe donde.- Siéntate y desayuna.-
-¿Entonces para que es ese peine? ¿Acaso pretendes que tome el té usando eso o que?-me senté.
- Esta enfermo si piensas que te obligare a hacer eso, solo te obligare a que me dejes peinarte.-
-¡No!-intentando de alejarlo.
-Callate, no te morirás.-me agarra de los hombros con fuerza y me da vuelta.-No tardare demasiado…-me pasa el peine y se queda enganchado.-O eso creo.-
-No es como si tuviera tanto pelo.-era muy molesto intentar tomar té y que el me tirara del pelo…Pero a pesar de todo, no lo hacia tan abruptamente como lo tenia pensado. Lo hacia con mucha delicadeza…
-¿Te gusta no? No te duermas.- abrí los ojos rápidamente.
-Es que me tranquiliza…Además creo que me agrada que me peines.-apoyo mi cabeza sobre su mano que se encontraba en el respaldo de la silla.
-Con tal de que te peines…-continua y por fin deja de pasarme las cerdas por el cabello.- Tienes un pelo muy lindo y rubio, deberías cuidártelo más.-
-¡Que no es rubio!-bufa, me estaba diciendo así que me callara, que tenia razón y blabla.- Aunque si me fijo bien…Es rubio.- mirándome en el espejo.-No me gusta tenerlo así.-me lo agito un poco.
-¡No! ¡Tanto tiempo peinándote para nada!-
-No me despeine tanto, solo moví un poco los pelos eso es todo.-
-Como sea, casi se ve igual que antes de que lo hiciera.-gira los ojos.
-Igual te lo agradezco Sebas, esta menos enredado que antes.- sonreí y el tan solo se quedo mirando al espejo.-Deja de apreciarte mientras te hablo.
-No es eso, es que me di cuenta que casi llegas a ser tan guapo como yo.-
-¿Casi? Que arrogante eres.-
-Si y siempre lo seré. Pero no tienes que quejarte, también eres popular aunque no te des cuenta.-¿Popular?-¿Acaso no vez como muchas chicas, hasta chicos podría decir, se te quedan mirando? Además de que en tu curso se te tiran encima a cada segundo.-
-Es que les parezco adorable, soy como su mascota.-
-No tendrías que avergonzarte de eso, ese es tu fuerte, ser tierno y vulnerable. En mi caso es mi parte rebelde y fría que tengo a veces, sin olvidar mi belleza, claro esta.-
-Si te sigues mirando en el espejo te tragara o te transformaras en una flor.-
-¿Eh?-me mira fijamente.
-Nada, solo estoy hablando por que si.-me sonrojo.
-Ahí esta tu parte tierna y vulnerable, no resistes mi mirada y te sonrojas sintiéndote inferior.-
-¡Deja de leerme la mente así!-me sonroje más, pero no por lo que decia, debía sentirme enojado… Me había abrazado por el cuello.
-Como esperaba, cuando alguien te abraza te callas.- sonríe y me suelta.-Ve a buscar las cosas que debemos irnos, yo ya tengo mi mochila aquí.-señala hacia un lado de la puerta.
-No es eso…-viendo como se alejaba por el pasillo de mi.-No es lo mismo que otra persona me abrase que tu…-
-¿Dices algo?-gira.
-¡Para nada! ¡Ya vuelvo!-corrí a mi habitación lo más rápido que podía.- Menos mal que no me escucho, debo aprender a pensar y no hablar.-agarro las cosas del instituto, guardo unas hojas en la mochila y me de nuevo con…mi amigo.
-Tardaste poco, que ánimos tienes hoy.-
-No te burles de mi y camina, el señor puntualidad no puede llegar tarde.-me da un golpe en la espalda, pero no me queje, en si sonreí y el simplemente no me miro hasta que llegamos al instituto.
--------------------------
-Por fin ya han pasado las primera horas, tanta evaluaciones me cansan.-se sienta en una banca para intentar respirar el aire fresco.
-Tampoco te quejes demasiado, te va bien siempre, además quinto es más complicado.-
-A ti te da igual, no se ni como pasaste de años.-
-Jaja que gruñón eres, aunque tienes razón, pero igual estudio.-saca un cigarro.- ¿Y que haces invadiendo mi territorio? Sabes que el último piso es mío.-
-Callate, tengo el derecho de estar acá, llegue antes que vos.-tomando un sorbo de su gaseosa.
-Debo admitir que tenes razón, de paso es bueno tener un poco de compañía a veces.-
-Como si a ti te gustara…-no dice nada y simplemente prende su cigarro.-De paso venís para este piso ya que nadie te puede ver fumando.-
-Eso te dije la otra vez ¿No?-se ríe, pero Sebastian no comprendía bien por que lo hacia.
-Para mi que eso no es un cigarro.-aprieta la lata ya que la termino y se queda mirando el cielo, allí había una buena vista
.
-¿Cómo te va en tu vida amorosa?-
-Igual de siempre.-
-Si tienes tantas chicas a tu alrededor no tendrías que estar diciendo eso.-
-Que gracioso Nick, me persiguen muchas chicas, pero son simplemente molestas, ninguna me gusta.-
-¿Acaso con las que saliste no te gustaban?-
-Claramente que si, yo quería a todas…-
-¿A las veinte por igual?-suelta un poco de humo.
-Cuidado a donde tiras eso, yo no quiero contaminar mis pulmones.- corriéndole la cara.- Y no fueron justamente veinte, siquiera las conté. Pero si, las quería, aunque luego eran otra cosa…No lo que pensaba.-
-Siempre te pasa igual, que mala suerte tienes.-
-Lo que recuerde tu no has tenido ninguna novia.-
-O novio, di eso, finalcabo ya te debiste enterar que soy bisexual ¿No?-
-Si, me entere al leer las conversaciones de Martín.-
-Si que te gusta revisar lo ajeno.-tira la ceniza en la lata que había roto, que antes era con la que estaba tomando Sebastian.
-Como si tú jamás lo hubieses hecho. Igual no tiene nada malo, siempre serás mi amigo.-
-Además no me digas que a ti no te ha atraído ningún chico.-
-No lo sé, tan solo veo yaoi nada más.-
-Como digas…-empiezan a escuchar un canto.
-Otra vez.-
-¿También habías escuchado a ese chico cantando?-
-Claro, hasta lo conozco.-ve como casi su amigo se traga lo que tenia en su boca.-Mira, ahí viene.-señala hacia el pasillo de su derecha y Nick sigue su dedo.- ¡Hola!-
-¡Te veo de nuevo por aquí Sebas! Estas con un amigo.- sonríe un poco mientras sube la visera su gorra para ver mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario