School of Elements:
Capítulo 3:
Blanco, era el color que cubría todo el alrededor. Imágenes, era lo que se iba divisando, primero en forma borrosa y confusa.
¿Qué era lo que estaba viendo en ese momento? Un cielo brilloso y celeste pero no se encontraba solo, además de la gran estrella, estaban aquellas esponjosas nueves que parecían hechas de algodón.
El ambiente se veía tan calmado, lleno de paz, pero a su vez…Todo estaba en silencio.
Continuando la espera algo más empezó a formarse, aquellas figuras parecían humanas, eran dos personas, pero solo podía distinguir sus manos y como miraban aquel cielo. Podía sentir que se encontraba allí…No, ella no estaba allí. Estaba en otro lugar, como si tan solo fuese un televidente del otro lado de la pantalla. Solo podía sentir la perspectiva de los verdaderos protagonistas.
Los primeros sonidos empezaron a nacer y eran un par de voces, pero en aquel momento no podía diferenciarlas y menos aún reconocerlas.
-¿Aquella nube no parece un conejo?-
-De en verdad yo no veo nada.-
-¡Si que careces de imaginación! No puedes ni aprovechar siquiera un día con estas nubes.-
-Tampoco te lo tomes tan enserio…-
El resto de la charla no pudo escucharla con claridad, solo eran murmullos, pero sonaban agradables, como si disfrutaran aquel día.
De repente un escandaloso y fuerte ruido colmaba la escena.
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-Ah…Maldita sea.-pronuncio molesta al darse cuenta que aquel ruido había sido el despertador.- Detesto tener que despertarme temprano.-intentando levantarse cuidadosamente para empezar la rutina.- Fue demasiado raro para mi gusto…Bah de por si los sueños no tienen sentido, quizás debería dejar de mirar tanto al cielo.- dirigiéndose al baño somnolienta.
Ya luego de su reconfortarle ducha, se había despejado de aquellos pensamientos sin importancia, debía concentrarse en otras cosas de hoy en adelante.
-¿Y por qué estoy vacilando tanto en que ponerme? –mirando su armario y sacó algunas cosas al azar y las dejó en su cama.
Al final tan solo había agarrado una remera morada con un agradable dibujo de corazones, un jean negro y la demás vestimenta que debía llevar.- Mejor así, simple, como a mí me gusta.-haciendo una sonrisa victoriosa mientras se cambiaba y luego se dirigió a prepararse su desayuno.
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Luego del no tan largo viaje había llegado a su nuevo instituto, que ya se lo estaba empezando a tomar a la liguera para su sorpresa.
-No debería de estar así, estoy rodeada de gente extraña…Aunque tampoco debería llamarlos de esa manera, hasta creo que yo vendría a ser la extraña aquí.-suspiro.
Parecía que si estaba algo preocupada, pero no tenía miedo. Aún seguía yendo allí a la misma hora, no pretendía faltar, aunque alguien en su situación habría renunciado ir desde la primera instancia.
-Yo no soy así.-dejando de pensar.- Además estoy hablando sola.-mirando a su alrededor para ver si alguien la había oído y entra.
Camino intentando de mantener su postura poco llamativa, a pesar de ello podía sentir como si algunas miradas se posaban en ella. Al levantar la vista, no ocurría nada.
-Estoy delirando, fantástico.-
-¡Ney!-
-¿Eh?- responde sobresaltada.- Ah, eres tú.-
-Suenas como ni no quisieras verme.- respondió la rubia casi empezando un berrinche.
-No es eso…- empezando a caminar junto a ella.
-¡Menos mal! - la abrazo felizmente para luego saludarla con una fuerte sonrisa.
-Buenos días…Que rápido cambia de humor, para mí que lo hace apropósito.-miro a un lado de su compañera.
-Si te lo estas preguntando, usualmente no vengo con Dylan ya que el viene más temprano a veces.-
-Ya veo, con razón no lo había conocido antes. ¿También lee la mente de la gente? - inconscientemente ya se estaba tomando en serio lo de las plantas.
-Y además hoy no va a venir o quizas si, es demasiado loquillo.-agitando su morral color rosa.
-¿Está enfermo?-
-Algo así- sin perder su actitud distintiva.
-¿Cómo que algo así?- intenta olvidarse de aquello rápidamente, no debería de importarle que le ocultara información.- ¿Y Mayumi todavía no vino? Qué extraño, siempre llegaba antes que yo.- ya dentro del aula.
- Ella va a llegar tarde hoy, usualmente pasan estas cosas.-
-¿Y cómo sabes tanto?- solo recibió una sonrisa de respuesta.
-¡Ah! Ya se me estaba olvidando….-
-¿Acaso me lo hace apropósito? Esta niña-negando levemente con la cabeza.
-Hoy vas a conocer a una profesora nueva también, exactamente en unos minutos.-
-¿Otra más? ¿Y cómo es ella?-
- No pienso decir nada, lo dejare que lo descubras sola.- riendo mientras acomoda sus cosas en el pupitre.
-Si tu lo dices…-también toma asiento.- Mejor no me lo tomo tan enserio.-
-¡Muy buenos…-el silencio de la mayor que acababa de entrar se mantuvo por algunos minutos.- días.-dijo con desganas al contemplar la poca cantidad de alumnos.- Parece como si se complotaran para llegar tarde a mi clase estos bastardos.-golpeo con gran fuerza su escritorio haciendo saltar a algunos en su silla.- Ustedes dos tráiganme un borrador.-los dos nombrados asienten con sus cabezas.-¡Pero que esperan allí!-gritándoles.
-¡Si señora!- responden al unisonó y salen corriendo del aula.
- Siempre son así…Siendo yo tan…-se da su cabeza contra la mesa.
-¿Eh?-
-¡¿Por qué me tratan de esta manera?!- pronuncio entre lagrimas.
-Por favor… ¿Qué es esto?- viendo como el llanto de la persona enfrente suyo empeoraba.
-Te lo dije Ney.- pronuncio la de ojos celestes dándole un pañuelo a su profesora.
-Muchas gracias querida. Tú sí que eres una buena persona.- saltando repentinamente a abrazarla.
-Cálmese profe.-pronuncio amablemente intentando que se calmara.
-Estos profesores están todos mal.- agarrándose la frente con una de sus manos.
-¡Qué más da! ¡No puedo devastarme tan solo porque algunos alumnos falten!- renaciendo de sus avergonzarte escena.- ¡Debo ser como el ave fénix!- acomoda su cabello castaño y por último sus anteojos.- Muy bien. Para lo que no me conocen, yo soy Gertrudis Hatbil y yo doy clases de defensa.-
-¿Usted da defensa?- dijo burlonamente uno de los muchachos y los demás respondieron riendo a sus palabras.
-Sigan riendo si quieren.-intentando de mantener la compostura.- Si, eso mismo. La defensa también es importante, no todo es pura lucha en la vida. No sirve ser fuerte si uno no sabe cómo defenderse. Una buena defensiva puede ser los que los salve algún día… ¡Aunque ustedes no deben preocuparse de esas cosas! Jejeje…- giro hacia la pizarra y empezó a escribir en ella.- Empecemos con lo básico. Cada uno de ustedes debe saber cuáles son los principales elementos ¿No?-
- Seriamos todos unos imbéciles si no lo sabemos profesora.-
-Sí que les gusta hablar de esta manera, la juventud.-
-Suena más vieja de lo que es hablando así.-pronuncio el mismo alumno.
- No me va a hacer enojar Rodríguez, lo conozco muy bien. Mejor siga practicando, quiero ver cuál será su poder un día de estos.-
-Uh, te pego en donde duele Leo.- pegándole un codazo el compañero que se sentaba a su lado.
-Cállate.- respondiéndole medio fastidiado.
-Entonces no soy la única, menos mal.- pensó aliviada Ney mientras intentaba seguir lo que decía la profesora.
-Ahora, levantando la mano, díganme todos los elementos que conozcan.- los alumnos empezaron a responder, al parecer si era fácil.- Esto ya me lo esperaba, ahora empezare a hacer un repaso de lo que pienso que ya saben también: La afectividad que tienen algunos elementos sobre otros.- miró su lista de alumnos.- Ne…ville ¡Un nuevo nombre! Jovencita, respóndame una pregunta.-
-¿Si?- no esperaba que justamente le preguntara algo a ella.
- ¿Para ti quien es más fuerte entre estos dos elementos?- le señala el fuego y el agua.
-Por lo que yo tengo entendido, el agua le gana al fuego.-
- En lo que se considera básicamente, es así.-
-Bien…-por lo menos le había preguntado algo fácil, hasta en su mundo “normal” se sabe eso.
-Pero también depende el caso. No sé si todos lo sabrán, pero hay diferentes niveles. No justamente que parezca que pueda ganarle, significa que eso ocurrirá.-empezando a dibuja.- No es lo mismo apagar una la flama de una vela con un vaso de agua que una hoguera gigante.-
-¿Entonces eso significa que el agua puede perder contra el fuego?- le interroga Rena.
-Sí. Pero dejando de lado el elemento, ustedes son los que lo controlan, no son el elemento en sí. Si uno de ustedes no sabe defenderse del vaso de agua, puede ser que este puede ganarles. Por eso mismo digo que algunos casos la fuerza no es tan importante, aunque sigue siendo algo imprescindible. Deben saber defenderse, para poder luchar hasta con los elementos que supuestamente son más poderosos.-
-No sé porque presto tanta atención si esto no tiene que ver conmigo.- apoyando su cabeza contra el pupitre.
-Y continuando con esto…- vio como un par de alumnos recién llegaban.- ¡Esta es la hora para llegar!...¡Se nota que ninguno de ustedes me respeta! - comenzando a sentirse nuevamente el aura depresiva alrededor.
La clase luego de todo esto continúo, la mayor explicando prácticamente lo mismo, también se seguían sumando más alumnos y juntos a ellos los colapsos emocionales de la profesora bipolar; hasta que por fin terminaron las dos primeras horas.
-Al fin se termino este nuevo espectáculo.-comentó la morena cerrando su carpeta.- Cada día entiendo menos a esta escuela.-
-Tranquilízate Ney, yo estoy aquí para responder a cualquier duda, además no te dejes ganar tan fácilmente, se un fuerte vaso de agua.- acariciándole como su fuese un perro la cabeza.
-Sí que se te pego las frases de la profesora loca.-
-No la llames así, pobrecita.- a pesar de eso se ríe.- Ahora hay unos minutos de descanso, me voy a ir a ver a las plantas un rato. No me extrañes.- sale corriendo como si fuera un auto de carreras.
-Que necesidad de ir corriendo si queda cerca.- ahora ya estaba empezando a memorizar aunque sea los lugares que a había visitado.- Aun me queda más que aprender.- se pone de pie y sale al darse cuenta que ya no había nadie en el salón.- Ahora creo que entiendo porque hay tantos descansos aquí, es medio frustrante el ambiente. Por suerte deje de sentir las miradas de antes.-mirando que las personas siquiera la percibían. Era mejor así, ya se había acostumbrado a esto hace años.- Siquiera es tan tomado en cuenta el hecho de no controlar algún elemento- viendo que otros alumnos también tenían la misma pulsera transparente que ella.
-¡Hey cara seria! ¿Siempre tan solitaria?-
-Ah, eres tú profesor…-la verdad no recordaba su nombre.
-¡Que me llamo Lander! Deberías ser mejor alumna y aprender el nombre de tu mejor profesor.-
-Con que orgullo lo dice…Para la próxima lo tomare en cuenta.- sin prestarle demasiada atención.
- Espero que te estés preparando para la próxima clase de este viernes. Pero esta vez te hare hacer cosas más simples…¡Para que veas lo bueno que soy! ¡Hasta la vista chica emo!-le pega en el hombro, por poco más se lo saca de lugar y se va como si nada.
-Claro, es bueno el profesor que expone a una de sus alumnas a la muerte.- el simple sarcasmo no le bastaba para mostrar su desacuerdo.- ¡Y además me dice emo! Que fastidioso que es este tipo.- entre gruñidos siguió caminando hasta que por fin empezó a recuperar su estado neutral.
En su recorrido ya había llegado a un nuevo pasillo, pero por suerte tampoco era tan largo y no se encontraban demasiadas personas.
-Parece que aquí nadie me molestara.- se detuvo enfrente de unas amplias ventanas.- Hay una buena vista desde aquí.- contemplando aquel cielo despejado que le causaba tanta paz.- Es hipnotizador…y aquellas voces aún resuenan.- al parecer el sueño aún seguía presente- Sera mejor que deje de pensar en estas tonterías- comenzando a caminar.
Pero la marcha no le duro mucho ya que lo que estaba enfrente de él la hizo detenerse. No estaba sola como esperaba, en el mismo lugar se encontraba esa persona.
-¿Pero que hace aquí? ¿Acaso esta también viendo el cielo?-
El muchacho simplemente aparto su par de ojos verdes del exterior y paso caminando a un lado de ella dejando tan solo el sonido de sus pasos alejándose.
-Parece que siquiera se percato de mi presencia.-miro hacia atrás pero ya había desaparecido.- Al parecer simplemente no es tan sociable…Miren quien habla.- final cabo ella era igual.- Me preocupo de tantas cosas por nada, tal vez siquiera en aquella ocasión me habrá mirado… ¡Bah!-dejando de lado todo aquello miro el reloj de su muñeca izquierda.- Debo apurarme sino llegare tarde a la clase de química, lo único que falta que alguien me regañe- empezó a caminar por el lado contrario para volver a su salón.
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-¿Por dónde estabas Ney?- pregunto Rena al verla entrar por la puerta.
-Estaba tan solo caminando ¿Se encuentran bien las plantas?-
-Sí, están muy felices y sobre todo la rosa, al parecer se hizo tu amiga.-
-Que bueno…Para ser sincera casi me olvido de ella.-miró otra fila.- ¡Ahí estas Mayumi!-
-Hola Ney. Tuve que ir al médico antes de venir.-pronuncio con mala gana, parece que no le agradaba ir al hospital.
-Ah, está bien. Por lo menos haz aparecido.- todos se sientan al ver que la profesora de química ya había llegado.
-Se le comunica a la alumna Neville Ney que se acerque a la dirección inmediatamente.-
-Entonces así suenan los parlantes… ¿Profesora tengo que irme?- no tendría que decirlo así, pero por las dudas también preguntaba.
-Si la directora lo dice hay que hacerlo, vaya Neville.- moviendo su mano a con dirección hacia la puerta y la alumna se va.
No camino intranquila, final cabo ya tendría que hablar con ella en estos días, sino porque en realidad, no sabía cómo llegar.
-¿Y en donde queda eso?-buscó algún cartel o algo parecido.- Tampoco como si hubiese un mapa pegado o algo parecido, no es un museo esto.-mira hacia una pizarra que estaba cerca.- Espera…-si había uno.- Entonces si piensan en personas despistadas como yo.- lee hasta encontrar la dirección.- Tengo que ir por este pasillo, dar la vuelta, luego por este otro… ¡Bien! La próxima me tendré que hacer uno.- poniéndose nuevamente a caminar.
Ya había recorrido esos mismos pasillos antes, o eso era lo que ella creía. En realidad algunos eran tan parecidos ¿O era simplemente su impresión? Prácticamente la escuela tenia la misma gama de colores en cualquier rincón, como si de en verdad no quisieran llamar tanto la atención. Aunque con tal amplio lugar le parecía imposible.
-Parece que no soy buena intentando de descartar las cosas obvias.- su verdadera preocupación no era fácil de dejar de lado.- ¿Qué me espera ahora?- deteniéndose en una puerta bordo.- Parece que aquí es- acerca sus manos a la manija pero había tardado mucho en hacerlo.
-¿Qué haces aquí?- aquella pregunta sin la menor duda era dirigida hacia su persona.
-Vengo a hablar con la directora.- levantando su vista del suelo.
Se había topado con un hombre alto de traje oscuro, cabello castaño, tez blanca y un par de ojos grises que la estaban observando con una forma poco amable.
-Ya veo.- contestándole antipáticamente.- Entra, haz tardado demasiado, la próxima se más rápida mocosa.-
-¿Y a este que le pasa?- no se molesto en decirle nada y entra.- ¿Acaso no se iba?- le dio completamente igual si la escucho o no, pero se desconcertó a escuchar una risa de fondo.
-Jajaja… ¡Que forma más directa de hablar! Sea un mejor vicedirector y trate mejor a los alumnos.-
-Son demasiado problemáticos, hay que tratarlos firmemente, la falta de firmeza hace que les contestan así a los mayores.-
-¡Ah! Siempre tan estricto y así suenas más viejo.-
-Esto…-giró la cabeza hacia donde se dirigía esa voz.-Soy Neville.-abrió los ojos como platos a darse cuenta de lo que contemplaba.
En un gran escritorio de madera se encontraba sentada la directora, no, no era el mueble lo que la impresionaba, sino ella. Había escuchado tantos comentarios pero no se esperaba a alguien tan… ¿Aparentemente joven? Tenía una figura muy bien proporcionada, unos ojos brillosos ojos celestes, una tez impecable y con un vestido claro algo escotado. Capaz lo único antiguo seria su largo cabello blanco. ¿Y la “vieja” donde esta?
-No te quedes ahí inmóvil y acércate- exclamándole con amabilidad y le muestra la silla en donde debía sentarse.- Muy bien, siento no haberme presentado bien, yo soy la directora de “Douglas A. Thompson”, me llamo Clotilde Thompson. El gruñón que está a mi lado es el vicedirector y se llama Antonio Gugli.-
-Mucho gusto…Exceptuando por él-lo miró con poco afecto mientras se sentaba y volvió su vista a la directora.- Señora…-
-Tan solo dime Clotilde, no hace falta tanta formalidad conmigo.-
-Clotilde ¿Quiere hablar sobre mi problema en este lugar?-
-¡Si que vas directo al tema! También quería darte la bienvenida, pero bueno, también iba a hablarte al respecto. En realidad no estaba muy segura del problema en primer lugar, no creí que tus padres estaban tan mal informados de nuestro instituto.-suspiró y se acomodo mejor en su silla.- Pero no te preocupes, nosotros intentamos hacer lo mejor con los alumnos que están en tu situación. No hace falta que practiques en actividades así y ya nos encargamos de hablar con el alumno involucrado en lo que te ocurrió ayer. Mientras tú te sientas bien, puedes quedarte en este lugar.-
-Soy capaz de quedarme aquí.-pronunció firmemente.
-Entonces si es así, todos te ayudaremos a tu adaptación y cualquier problema puedes acudir conmigo e intentare de solucionarlo.-
-Gracias directora ¿Quiere hablarme de algo más?-
-No. Creo que esta todo claro ya…-quiso seguir pero la morena ya se había puesto de pie.
-Entonces ya me voy, me regañaran si no vuelvo rápido.-dio unos pasos y volvió a girar.-Ah, quería pedirle un favor Clothilde ¿Podría no decirle a mis padres sobre todo esto? No quiero preocuparlos, ellos están ocupados.-
-Si es lo que deseas lo guardare en secreto.-
-¡Muchísimas gracias!-saliendo de la oficina.
-Al fin puedo hablar ¿No piensas que es mejor sacarla de esta escuela antes de que vuelva todo más problemático?-
-No hay que deshacernos de los alumnos por esas razones, con o sin poderes sigue siendo una persona y debemos darle la educación debida, además que nosotros también contribuimos en esto.-
-Con más motivo, debemos solucionar lo que hicimos. También conoce las reglas…-
-¡Ah, Antonio! Siempre intentando de seguir al pie de la letra el protocolo. Ahora estoy luchando por el cambio como lo hizo mi abuelo. Si quieres yo me hago responsable de todo, pero creo que ella hará lo mejor para estar bien en este lugar.-
-Si tan decidida esta, bien, hágase cargo de esto pero luego no se arrepienta.-
-No hables tanto que quizás luego tú lo harás.-con tono burlón.- Aprovechando que estas aquí, tráeme un café. No me hagas esa cara, vamos.- aplaudiendo para que se apure.
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-Al parecer tarde más de lo normal, ya es cambio de hora.-suspiró al ver a algunos alumnos por el pasillo -¡Rena!-
-¡Ney! Al fin apareces ¿Muy larga la conversación con la directora?-
-En realidad no… ¿A dónde se fueron los demás?-viendo que quedaban pocas personas en el aula.
-Es que ahora tenemos clases con los Bris, los otros ya se adelantaron, siempre tardo mucho.- terminó la frase con algunas risas.
-¿Bris? ¿Qué?-
-Ya te darás cuenta.-sonrió y la agarra del brazo para que se apure.
Aquellas palabras no hacían más que desalentarla, siempre le decían lo mismo y pasaba algo que no esperaba.
-Espero que no sea algo que haga correr peligro.-la siguió sin quejarse.- ¿A esta parte no la pase todavía? ¿Por qué es tan grande la escuela?-
-¿Acaso nadie te expli…? ¡Auch!-
-¡Lo siento mucho!-
-No pasa nada, yo era la distraída… ¡Ryan! ¡Hola!-se saludaron con mucha simpatía.
-Entonces se conocen…-mirándolos.
-¡Ney! ¡No sabía que también eras amiga de Rena!-la abrazo sin importarle si lo dejaba o no hacerlo.
-Eh, sí, soy su amiga.-intentado que el de cabello castaño la soltara.- ¿Qué haces por aquí? ¿No tienes clases en otro edificio?-
-Es que se extravió mi patineta…Bueno, en realidad creo que la han escondido por algún lado.-
-¿Escondido?-
-¡No otra vez! Ryan ten más cuidado y la próxima díselo a la directora, no puede ser que se porten así.-
-No quiero meter a la directora con mis asuntos Rena, yo debo cuidar mejor de mis cosas ¡Bueno! ¡Me voy yendo! ¡Debo encontrarla antes de que acaben las clases!-soltó a la muchacha- ¡Chau!-se alejo corriendo.
-Así que aquí también hay personas así.-
-Lamentablemente no es lo único que hacen…¡Lo siento! ¡No quiero hacerte recordar malos momentos!-
-No, está bien, si esas cosas me siguen afectando no podre seguir adelante en esta escuela. Vamos nosotras también.-
-Sí, igual es allí.-le señala otra amplia puerta, le hacía recordar mucho al lugar de ayer, pero este era diferente.
-Parece un patio más pequeño.-no consigue verlo completamente.- ¿Qué hacen ellos aquí? –
-¡No hacía falta que rompieras el balón! ¡Era tan solo una prueba!-le reprochaba un chico a uno de sus compañeros.
-Bah, en realidad siquiera le concentre ni un cuarto de mi poder. Es una chatarra.-
-¡Kenneth Kana! ¡La próxima ten más cuidado!-el gritó provenía de alguien más mayor.
-Si profesor.- respondiéndole con poca gana, simplemente le daba igual.- Al parecer ahora tienen clases los más chiquitos a ver si se terminan lastimando con algo tan simplón.- pronuncio al pasar por alado del curso de la morena.
-Que exagerado que es. Seguramente se burla por lo de ayer.-ni se molesto en responderle.- ¿Ese no es tu hermano?-
-Ah sí, creía que ya te habías dado cuenta que están en la misma clase. Al parecer se siente mejor y vino a la escuela.-agitó la mano y el otro rubio le respondió desde la otra punta del patio.
-Menos mal...Qué raro que no estén juntos ¿Acaso no son amigos?-miró a Rena y no mostraba una cara muy alegre, algo extraño en ella ¿Había dicho algo indebido?
-No, solo son compañeros. Vamos que los profes nos llaman.-dijo dejando de lado el tema, se aferró a una de las pálidas manos de su compañera y la llevo al centro del lugar.
-¡Todos a acercarse! Mi nombre es Bridget y él que se fue recién a buscar un nuevo balón se llama…-
-¡Me llamo Bridie!- se escuchó a lo lejos.
-Aja, así se llama.-
La persona que les hablo al comienzo se trataba de una mujer de aproximadamente treinta años de edad, delgada, pero se le podría ver algo de musculatura, piel blanca, ojos marrones, con un lacio y largo cabello castaño formando una coleta.
-¡Ya volví! Al final encontré la otra en el depósito-se acercó corriendo con una caja.
El recién llegado también aparentaba una edad similar. Tenía buena musculatura, aunque claramente no tan exagerada como otro conocido profesor, ojos negros, piel algo bronceada y su pelo lo tenía corto y de color negro.
Lo que si destacaba era que ambos tenían una vestimenta similares. Sus conjuntos se trataban de una remera sin mangas de color blanco y círculos en algunas partes de color celeste, unos pantalones largos haciendo juego y unas zapatillas igualmente blancas.
-Creo que ya entiendo el apodo de Bris ¿Serán hermanos?-
-Antes que lo pregunten, no, no somos hermanos, pero nos agrada llevar ropa parecida.-
-Ya que somos los dos profesores de educación física pensamos que tenemos que hacer juego-
-Si, Bridget tiene razón en lo que dice. Pero dejando de lado las platicas Les vamos a explicar de lo que va la clase de hoy.-sacando del interior de la caja que había traído una pelota con un diseño particular.- Como podrán notar a simple vista esta no es una pelota común, es uno de los más recientes inventos de nuestro instituto.-
-¿Y qué tiene de diferente además de su forma rara?-interrogo una chica de cabello castaño.
-Jajaja, ya iba a llegar a eso mi compañero, pero mejor lo explico yo.-le saco la pelota de las manos.- Una de sus particularidades es que se puede utilizar sus poderes elementales en él y puede tomar forma del mismo. Pero como yo no controlo ninguno no puedo mostrárselo.- devolviéndosela al otro profesor.
-Pero yo sí, aunque lo tengo demasiado básico.-le da un giro al balón en sus manos y se envuelve con una superficie de hielo.- ¿Ven? El de anteojos, toma.-lo devolvió a su forma normal y se lo lanzó.- Pónganse todos allí donde esta él y hagan un circulo, haremos una actividad en donde se la deberán pasa el de alado y así cada uno practicara a ejecutar su poder en el balón. No importa el nivel que posean, todos pueden hacerlo.-
-¿Y los que simplemente no controlamos ningún elemento?-
-Ah, claro, eso si importa. Ven tú y los que no tengan poder para aquí.- llamándolos con su mano derecha.
-Yo ayudare a los demás a ponerse en sus lugares.-la mayor se va con el resto.
-Entonces son solo dos.- Observando a Ney y a su otro compañero.- Ustedes jugaran con esto a pases.-les entrego una pelota normal.
-Que divertido.-pronuncio con sarcasmo y le tiro el balón al que estaba con ella.-Juguemos, pero no te emociones tanto.-
-Es imposible emocionarse con los otros haciendo algo mejor que nosotros.-suspiró, se lo devolvió y así estuvieron por varios minutos.
-Es verdad ellos si se están divirtiendo.-giró su cabeza al lugar del patio y vio las expresiones de alegría de los demás.- Esto es una mierd…-No pudo continuar maldiciendo ya que la pelota roja le dio justo en la cara.
-¡Lo siento! Pero presta más atención.-
-Vos también lo estabas lanzando demasiado fuerte, idiota.-
-¿Idiota? La única idiota aquí eres vos, yo por lo menos si estoy mirando al frente.-
-Cállate.-le lanzo el balón con tanta fuerza que al chico se le cayó de las manos.
-¡Así que te haces la ofendida ahora!-ya estaba saliendo de sus cabales.- ¡Toma!-
-A ver de lo que eres capaz…-la pelota no había llegado, se había desinflado en la mitad de su trayectoria.- Lo que faltaba, la rompiste.-
-Seguramente fue por culpa de tu cara.-
-¡¿Eh?!-
-¡Ustedes dos dejen de gritar! ¿Ahora qué pasa?-
-Bridget, se acaba de romper el balón.-contesto la muchacha de cabello negro.
-A ver…-inspecciona el objeto.- Aquí está la causa.-le acerca la pelota al otro alumno.- ¿Ves la rajadura de aquí? Tiene alrededor una quemadura.-sonrió.
-¿Eso significa qué…?-ya estaba comenzando a emocionarse y su compañera a deprimirse.
-¡Si! Felicitaciones, al parecer un nuevo elemental del fuego ha nacido.- dedicándole un guiño.-Ya puedes ir a practicar un rato con los demás.-
-¡Si profesora!- yéndose muy feliz con el resto.
-¡Esfuérzate!...¡Oh!¿ Por qué esa cara?-mirando a Ney.
-Esto no puede estar pasándome. No es nada.-le contesto y se sentó en el suelo.
Lo único que le faltaba, estaba tan aliviada de no ser la única sin poderes en su curso… ¿Por qué se tendría que haber acabado tan rápido eso? Ahora sí que iba a aburrirse.
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-Además de haberme quedado el resto de las horas sentada sin hacer nada, me hacen limpiar el desorden que hicieron los demás y parece que los del curso ya se fueron.-resopló agotada y agarro sus cosas.
Camino por los pasillos que la conducían a la salida, pero cuando ya estaba dispuesta a irse sintió como una mano se había posado sobre uno de sus hombros.
-¡Hola! Qué suerte tengo al encontrarte.-giró y pudo contemplar a la joven Black que se encontraba vestida con sus vestidos llamativos como para no perder la costumbre.
-Buenas tardes Raven.-le contesto intentando de no sonar nerviosa.- ¿Ocurre algo?-
-¡No! Bueno, en realidad, quise preguntarte algo todo el día pero hasta hora no te encontré.-cerró su sombilla negra para verla mejor.- ¿Te gustaría mañana ir al centro de la ciudad conmigo? Seria después de clases e iremos de compras.-
-Pues yo mañana…-quiso negarse, le habían dicho que no debía juntarse con esa familia, pero aquellos ojos verdes la observaban de tal forma que se lo impidieron.- Mañana si puedo.-
-¡Menos mal!-sonó aliviada con esa respuesta.- Entonces no te olvides, mañana saldremos a divertirnos y conocernos más.-dio unos pasos al frente, llevo una de sus manos al rostro de la mayor y le dio un delicado beso en su mejilla derecha.-Adiós.-se alejó de allí.
-Nos vemos.- había quedado inmovilizada por unos minutos y agito su cabeza para volver en razón.- Deja de pensar tanto Ney.- siguió caminando.
Su viaje estuvo lleno de dudas y temores, pero también sentía emoción en su interior. Ya había aceptado, no había vuelta atrás.
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