miércoles, 5 de octubre de 2011

School of Elements: Capítulo 4

School of Elements:

Capítulo 4:

En frente de un espejo, aún envuelta por una blanca toalla, suspiro con cansancio. Nunca había salido a ningún sitio con alguna persona que no fuera sus padres. Algo que quedaba más que claro, ya que nunca se preocupo en hacer amistades… ¿Estaría bien salir con alguien que apenas conocía hace un par de días? Aunque en realidad el tiempo que la vio no llega ni a cuatro horas.



-No debería de preocuparme tanto-tiró la toalla a un lado y agarro las primeras vestimentas cómodas que encontró en su ropero- Si simplemente me arrepiento me volveré a casa.- dijo ajustando los cordones de sus zapatillas.

Ya estaba comenzando a arrepentirse, de en verdad estar a solas con alguien le causaba un gran conflicto interior. No era lo suyo la comunicación. Había estado estos días en la escuela sobre llevándolo como podía, jamás había llamado tanto la atención.


-Pareciera que tengo fobia social así- bufo ante esta conclusión, algo que no parecía, era un hecho. - Me da igual- intentando de comprender que no era para tanto.- Sera otro día más en mi vida y nada más, seguramente mañana ya me olvidare de todo y ella también. Al fin y al cabo soy alguien demasiado común, me debe de considerar la nuevita que solo sirve para ser molestada por un día-coloco un bolso en su hombro derecho y se dirigió a la salida.


Tan solo tenía malos resultados en su cabeza, era demasiado desconfiada. Seguramente siquiera le había caído bien y eso iba a empeorar cuando la conociera mejor.


-Ya se van a dar cuenta que no soy una persona divertida ni nada parecido- su tono de voz sonaba muy débil, algo que la sorprendió, no podía ser que ya les estaba tomando afecto a aquellos chicos. –Ya estoy cayendo en algo estúpido-golpeo despacio el vidrio del autobús con las uñas de su mano izquierda.
El hecho de darse cuenta de que quiera amistades le fastidiaba.

- ¿Y porque rayos acepte entonces?- solo un par de ojos verdes le cruzaron por la mente.- Claro…-cruzo sus brazos y miro al exterior.- ¿No habrá sido solo un truco? - se podía esperar cualquier cosa de aquellos alumnos y los rumores sobre los hermanos aún resonaban en su cabeza.- ¿Serán tan malos como dicen?...


En su mente se vino la imagen de ambos Black, físicamente se parecían, pero algo le hacía presentir que eran diferentes. Quizás los rumores si eran ciertos, no deberían estar al contacto con ninguno, la curiosidad le ganaba. Quería conocerlos por ella misma a pesar de que esto le causa problemas.


-Volviendo a lo de conocerlos, vamos Ney ¿Qué rayos te ocurre?


No tuvo tiempo para seguir reprochándose ya que esta era su parada. Bajo con pocos ánimos y miro la gran calle peatonal que tenía enfrente, sin la menor duda eran más personas de las que esperaba. Bueno, era la ciudad, comercios, gente comprando, debía ser muy normal.


-No importa si estoy acostumbrada o no a algo así

Estaba dispuesta a caminar lo más firmemente posible y no cruzar la mirada con ninguna persona. Suspiro, acomodo el bolso negro que había llevado, no era para nada llamativo y menos aún caro, y dio el primer paso que después eran seguidos por muchos más.

-Lo estoy tomando mejor de lo que esperaba…

Si no fuera porque casi se tropezó con una caja que no vio, estaba tan atenta enfrente que ni miraba el piso, habría sido una caminata perfecta.

A quien quería engañar, estaba dispuesta a dar media vuelta e irse, más aún cuando llego al lugar acordado y no encontró a la otra chica.

-Quizás ni venga…


La posibilidad le parecía tentadora y un poco la aliviaba, pero a la vez la frustrada ya que si no le habían visto la cara nuevamente.
A pesar que ella siempre dice que nunca nadie la prestaba atención, era al revés el asunto, se acordaban de ella solo para molestarla. Todo por mostrar siempre su parte despreocupada y antisocial. Nunca nadie la había conocido como era realmente y hasta ella a veces dudaba de cómo era su verdadera personalidad.


-Rayos, parezco una tonta aquí parada entre tanta gente


Esto último lo murmuro con fastidio, el nerviosismo se había vuelto en molestia y enojo.
No quería soportar una situación así y empezó a caminar por el lugar donde había pasado una hora antes.
Si, estuvo una hora esperando allí.
El viaje de vuelta le tomo otra hora más pero habían pasado volando ya que había quedado perdida en su mente, al llegar a su casa no hizo otra cosa más que intentar dormir una siesta.

………

-Esto estuvo divertido- acomodo su largo cabello negro y dejo de mirar por la ventana del bar para continuar saboreando el café.

De repente el celular de la bella joven sonó, era un mensaje de texto.

“¿Dónde estás? ¿No quieres salir a tomar algo con nosotros?”


Empezó a tocar las teclas y contestó:

“Me estuve divirtiendo un rato con alguien, no se tomen todo sin mi”


Miro por un momento la calavera rosa que adornaba la tapa de su celular negro y le dedico una media sonrisa antes de guardarlo en su bolso. Se levanto de su asiento y luego de dejar el dinero de lo que había consumido salió, pero antes de todo abrió su sombrilla adornada de encajes negros.

-Una de las cosas que más me fastidian eres tú.- miro con desprecio la gran estrella que estaba en el firmamento, pero eso no duro tanto ya que desvió la mirada.- y más aún a él, sabe completamente lo que pensaba hacer. No se equivoco en lo más mínimo...

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“Que importa.” Se repetía en la mente de una chica de cabello oscuro al recorrer los pasillos de su escuela “No me importa, que se vaya a la mierda.” Si, hasta ella era capaz de decir esas cosas, no le importaba lo mal hablada que era. Lo único que quería ahora era convencerse a sí misma que lo de ayer no le había afectado.

Había estado todo el primer modulo así, siquiera las continuas bromas de Rena y carentes de sentido la habían subido el ánimo. Aunque en realidad siempre se reía de ellas por simple cortesía, no quería tener amigos, pero eso no la haría ser demasiado desagradable con el resto.

Mayumi se había percatado de que algo andaba mal, en su ya normal mala actitud. “No pasa nada” era lo que salía de su boca y continuaba estudiando u lo que estuviese haciendo en ese instante.

Al fin había sonado la campana y dejo de escapar un suspiro silencioso. Ya ni se había dado cuenta cuando la profesora de geografía se fue, si le había dicho algo o quien sabe que, solo se dedico a levantarse de su asiento y dirigirse a la puerta para irse.

-¿Quieres venir con nosotras a almorzar?

La pregunta de la de ojos grises la hizo girar, vio a ambas compañeras esperando expectantes, luego de observarlas por unos minutos en silencio decidió contestar.

-No tengo hambre, además me acorde que me olvide algo el otro día, iré a averiguar si lo encontraron.

Fantástico, había mentido y de la manera más estúpida, diciendo lo primero que se le paso por la mente.

-¡Esta bien!- le contesto alegremente Rena envolviéndola por unos minutos con su brazo derecho y se acelero con rumbo al comedor.

Agradeció la inocencia que llevaba consigo la chica, pero al ver los ojos de la otra se dio cuenta que la miraba con algo de descontento y duda. A ella al parecer no era tan fácil engañarla. Vio como levanto la mano derecha por unos segundos pero luego la bajo, al parecer había desistido y la dejaría ir por esta oportunidad.

-Hasta luego.

Ney se fue sin mirar atrás pero pudo escuchar los pasos de la otra alejarse al camino donde se había ido la rubia hace unos minutos. Volvió a suspirar, por esta vez se había salvado del interrogatorio.

Pero tampoco era como si le fuera a contestar con la verdad, no podía, se sentía completamente avergonzada por lo que había ocurrido. No era tan fácil para ella decir un simple “Estoy así porque fui tan estúpida de creerle a alguien y me dejaron plantada.” No, no cambia en las posibilidades que pudiera hacerlo y menos que ese alguien había sido la temida hermana menor Black.

Luego de tantas cosas flotando en su mente volvió a la realidad y se dio cuenta que en estos días algo había cambiado.

No sentía las miradas curiosas.

Nadie la miraba, ahora si era como si no existiera. Al parecer tendría que ver aquella pulsera transparente que llevaba en una de sus muñecas o quizás simplemente se habían olvidado de todo.

Pero en realidad ¿De qué se tendrían que olvidar? No recordaba que hubiese hecho algo para llamar su atención.

Se volvió a quedar en blanco y intento de rebobinar su cabeza. Nada, no se le ocurría nada, hasta que vino a su mente su forma de responder ante aquel arrogante matoncito y sus perros falderos.

Y hablando de Roma….

-Correte, no nos dejas pasar.

Aquello iba para ella. Se lo había dicho alguien quien si quiera conocía, pero si reconoció al que estaba atrás y que a penas a pasar por su lado la empujo de tal manera que se estrello contra una pared.
Rio un poco mientras acariciaba el brazo que había recibido el imparto. Eso le había parecido tanto a las películas que veía su madre del típico grupo de chicos molestos intimidando a sus víctimas.


-Patético


Dejo de acariciarse al percatarse que sentía algo del otro lado de su cuerpo.
No podía creer lo que estaba viendo, esto no pasaba en aquellas películas, tenía un agujero en su manga derecha. Le había quemado la remera que llevaba.

-¿Piensas que me vas asustar así?

Gruño. No pudo hacer más que eso, tenía ganas de dar media vuelta y buscarlo para golpearlo. Que ella no tuviera poderes no significaba que no podía darle una lección, aunque la hiciera cenizas, lo seguiría golpeando.

Pero no lo hizo, lo que vio enfrente de ella hizo que su ira diera vuelta y no quería asesinar a Kenneth, por lo menos no en ese momento.

-¿Qué te paso?

El chico por fin se había dado cuenta que no estaba solo en el pasillo y al reconocerla sonrió. Se encontraba totalmente empapado, de pies a cabeza.


-Hola Ney

-Hola Ryan ¿Quién te hizo esto? – se acerco más al menor para inspeccionarlo mejor, buscaba heridas o algo, se alivio a no encontrarlas.

-Fue un accidente.- le respondió entre risas.

No, esta respuesta no la había convencido. Negó con su cabeza, pero al ver aquella sonrisa no pudo enojarse, la había dejado embobada. No había tardado en darse cuenta que le parecía un ser bello y tenía todo lo que ella carecía, fuerzas y energías para soportar las cosas.

-Sabes, me caes bien Ney. Al principio pensé que eras una persona fría pero no es tan así.

Estas palabras la había congelado y dejo medio abierta su boca sin saber que decir. No entendía como si apenas hace unos días la conocía ya podía pensar eso de ella. Estaba equivocado, sin la menor duda se había equivocado, no tenia que caerle bien.


-Gracias…


No pudo decirle todo lo que había pensado. No pudo negar ese cumplido y tratarlo de tal forma que la dejara tranquila. No podía, sentía que si lo hacia lo lastimaría y no quería que perdiera era energía que desbordaba.

Giro su cabeza a un lado al notar como la persona que tenía enfrente reía sin cesar, se estaba sintiendo incomoda y no comprendía el motivo de esa acción.


-Tu cara era muy cómica


Esto último lo había dicho con el poco aliento que le había quedado luego de tanto reír. Ney arqueo una de sus cejas y lo miro fijo, no, no podía entenderlo. Ryan al darse cuenta del desconcierto que tenía la mayor paro de reír y sonrió.


-Nos vemos después, ahora tengo que ir a buscarme una muda de ropa y estudiar – dio media vuelta, se arrepintió y volvió a girar.- Cuidate Ney


Ahora tenía su mejilla izquierda mojada. La había besado, había tenido el descaro de besarla y así mojarla.


-Desde cuando le dej…

No quiso seguir con sus quejas y se llevo una de sus manos al rostro.
Agito su cabeza cuatro beses, respiro hondo, exhalo y volvió a caminar al supuesto lugar que estaba yendo antes de que la interrumpieran.
Por lo menos el encuentro con el menor le había hecho olvidar un poco sus problemas.

………

-Al parecer hoy también nos toco grupos distintos.- murmuró un chico de cabello oscuro con una sonrisa inexplicable en su rostro.

-Si y deja de moverte que distraes a tus compañeros


La contestación seca del otro no lo había sorprendió en lo más mínimo. Agarro el balón indicado para esa ocasión y se paro firmemente.


-Claro, empecemos de una vez.- todos se pusieron en posiciones para el comienzo del partido.

………


La joven solitaria aún se continua caminando por los pasillos del instituto. Desde el comienzo no tenia planteado ir a algún lugar en particular, solamente quería despejarse un poco y nada mejor que el lugar donde se encontraba. Ella ya había casi memorizado las horas en las que nadie pasaba por allí.


-Creo que ya termino hace un buen tiempo el almuerzo…


Al parecer había hecho muy mal los cálculos. No quería girar ya que reconocía esa voz a millas.
Siguió caminando.


-Tenía que haber pensado que seguramente no querrías hablarme.-se golpeo un poco sus mejillas.


Cortó su marcha, dudando, pero lo hizo.


-¿Podrías escucharme un momento?


Sin dar vueltas, quería mandarla  a la mierda, pero se contuvo y asintió sin molestarse en ir donde estaba. La recién llegada no tardo en comprender su mensaje, camino y se puso en frente de ella.

No tendría que haber levantado su mirada y menos haberla escuchado.

Se encontraba explicándolo las causas de su ausencia, en otras palabras, porque la había dejado plantanda.
Escucho evitando casi todas las escusas que le parecían ridículas, tenía que ser sincera, lo parecían y bastante. Pero en esos instantes solo podía notar aquella voz llena de arrepentimiento y el rostro de la menor también lo cercioraban, se sentía mal luego de lo que había hecho.

Le creyó.


-Esta bien, siempre puede pasar algo.


Si, solo eso pudo contestarle luego de todo el discurso que se había mandado Black.


-Menos mal, ya estaba creyendo que no querías ser mi amiga.

La sonrisa de dicha que hizo la de pelo largo termino de desvanecer el odio de minutos atrás. Aquellas palabras le habían parecido tan sinceras, carentes de cualquier tipo de segunda intención, de en verdad sentía que Raven quería establecer un vinculo amistoso y ella no tenía la fuerza para impedírselo.

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