lunes, 31 de diciembre de 2012

-Sin sentido(?)-


Suspiró.

¿Cuántas horas había estado de la misma forma? Ya había perdido la cuenta, simplemente se hallaba allí sentado, observando a lo lejos a aquella persona que había robado su atención si siquiera notarlo.

¿Quién era? No era algo difícil de explicar, pero si de admitir.

¿Por qué? Era demasiado simple…

-BaekHyun

Tan simple pero a la vez no…

-¡Hey! ¡BaekHyun!

-¿Ah?

Parpadeó un par de veces y luego de agitar su cabeza dirigió su vista al muchacho de piel más morena, el cual comenzaba a preguntarle los motivos de su repentina actitud distraída.

“El cansancio”

Claro, aquella era la mejor escusa para el momento y al fin y al cabo todos están igual. Quizá la vida de un idol parecía ser sencilla superficialmente, no obstante las arduas tareas que conllevaban no eran tan fáciles de llevar, menos aún para chicos como ellos “que recién comenzaban”.
Bufó, allí estaban nuevamente aquellos pensamientos que se acoplaban con otro más y entre ellos lo que dirán los demás, sobre todo él.

ÉL. Si, en aquello se resumían todos sus conflictos internos: Se sentía atraído por un chico.
No y no era un chico que vio en la calle, mucho menos en otro sitio, era un integrante de su propio grupo y simplemente eso empeoraba mucho más las cosas.

-Fantástico… -Murmuró entre dientes y cuando tuvo lejos a su interrupción nuevamente volvió a ver al frente, pero la persona de su extraña devoción no estaba ¿Dónde rayos se había metido?

-Hyung…

Aquel susurró cerca de su oído lo hizo prácticamente saltar del sofá y ponerse de pie, escuchando tan sólo una particular risa, esa misma que conocía tan bien luego de escucharla por todo ese tiempo.

-¡Casi me matas de un infarto!-Se quejó algo molesto mientras giraba sobre su eje, encontrándose con una sonrisa burlona del más alto.

-No es mi culpa que estuvieras tan distraído, BaekHyun hyung.-Pronunció con un tono tranquilo, tan tranquilo que hasta le carcomía la cabeza disminuyendo cualquier rastro de molestia a pesar que la burla aún seguía presente en el rostro ajeno.

-Qué más da…-Susurró negando suave y volvió a levantarse, formándose una fugaz sonrisa en su rostro cuando notó al menor sentarse a su lado, algo que duro demasiado poco como para que el otro se percatara de aquello.

-¿Y si vemos una película?

-Claro, como tú quieras…Tampoco estaba viendo nada en particular.

En realidad sí, pero con tal que el otro se quedara un poco más…Dejaría ese detalle de lado.