domingo, 3 de enero de 2010

Lo que siento (Cap.7)

Lo que siento


Capítulo 7: Pregunta

No puedo evitar sentirme un poco triste y preocupado…Hace una semana que no hablo más de dos palabras con Sebastian por día.

A simple vista nadie podía notarlo…Se veía como un chico popular, gruñón y egocéntrico, como lo había sido siempre. Pero yo sentía que no era lo mismo…Algo me lo decia, estaba muy raro.


Lo que siento (Cap.6)

Lo que siento

Capítulo 6: ¿Celos?

Luego de salir de la casa de mi amigo no dejaba de pensar en lo que había visto…Aquellas conversaciones que tenia con aquel muchacho. Intentaba comprender lo que me ocurría en ese momento. Debe ser por que yo…Conozco de que persona se trata, se quien BlackStar.


Lo que siento (Cap.5)

Lo que siento

Capítulo 5: Parque

Al despertar a la mañana siguiente me sentía mejor…Demasiado rápido, tal vez el hecho de dormir quince horas seguidas me hizo bien. Pero ya era medio día, por lo cual no podre ir al instituto, tendré que quedarme en casa de nuevo. Además de que el día siguiente ya va a ser fin de semana, por lo cual hasta el lunes no volvería a clases.


Lo que siento (Cap.4)

Lo que siento

Capítulo 4: Gripe

Mis días de pocas horas de sueño, en las que me quedaba despierto hasta que veía el primer rayo de luz desde la ventana indicándome que tan solo podría dormir menos de media hora, continuaban, Pero no me importaba, estaba más concentrado en otras cosas.


Nekocute: ¡Hola!

Blackstar: Buenas noches

Lo que siento (Cap.3)

Lo que siento

Capítulo 3: La razón

-¡Hoy es un gran día soleado! ¡El sol brilla con locura! ¡Nada mejor que salir de paseo!...-


Lo que siempre suena por las mañanas, mi “querido” despertador, la voz molesta de aquel conductor de radio, que no hace más que gritar…y seguir gritando.


sábado, 5 de septiembre de 2009

Hasta que aparezcas (Cap 1)

Hasta que aparezcas
Capitulo 1: Roseriun

El cielo ya estaba tomando un color grisáceo. Las nubes ya mostraban lo que se venia y lo que ocurriría.

En aquella mansión, en el interior del amplio bosque Violett, nadie se detenía por ningún momento. Las mucamas iban y venían cumpliendo las tareas que le encomendaban, el cocinero se encargaba de preparar todos los platos de la cena de esa noche, el jardinero se encargaba de las diferentes flores del gran y colorido jardín…Todos estaban muy ocupados, como siempre.

Lo que siento (Cap2)

Lo que siento

Capitulo 2: Déjame ayudarte.

Por fin había acabado el día de clases, pero para mi había durado como años, siquiera mi prima me habían hecho reír. Era mi día más deprimente, había tropezado y la gran piedra que llevaba enzima, ahora me aplastaba completamente.

Lo que siento (Cap 1)

Lo que siento

Capitulo 1: Mi verdad

Aún no entiendo como ocurrió…Pero de en verdad, estoy viviendo esto. Recuerdo mi infancia y ahora, teniendo dieciséis años de edad veo que, aunque no es muy notorio, muchas cosas han cambiado ¿Qué es lo que ocurrió?...Ya lo verán.


Mi nombre es Martin, no se si considerarme alguien
guapo…Tampoco lo he pensado cada mañana que me miro al espejo. Tengo tez blanca, cabello castaño claro, a veces dicen que es rubio, pero no, es castaño claro, nada de rubio señores. Mis ojos son de un verde claro bordeando el iris de un color casi celeste.

Faltaría mi personalidad…Soy muy buena persona, simplemente me cuesta llegar a odiar a algo o a alguien. Muchos conocidos me consideran la persona más amable que han visto…Pero que puedo llegar a ser un poco molesto. Es que como no puedo enojar… ¿Me agarran rabietas de niño?

Ese chico me describe como “Cachorro que ladra. Pero como perro que ladra no muerde, mucho menos un cachorro asustadizo.” Que descripción…No es la primera que me hace.

Ese chico es quien… ¿Se robo mi corazón? Si, él y nadie más. La persona que me hizo perder el juicio…De la única que recuerdo haberme enamorado en estos dieciséis años. Bueno, desde que tuve la edad para darme cuenta de ello, que fue cuando tenía ocho años.

A los ochos años…Solo tenia ojos para… ¿Mi mejor amigo? Si, eso éramos y lo que somos. Nos conocemos desde que íbamos al kínder, desde el primer “hola” nos caímos bien y desde entonces no nos separamos uno del otro. Fuimos juntos a la primaria y ahora a la misma secundaria…Lamentablemente en diferentes cursos.

Lamentablemente…Si, aunque tan solo sean por unas horas, lo extraño. Pero seguramente debe ser mejor, sino no me resistiría a saltarle enzima y abrazarlo hasta dejarlo sin aire. Bueno…Lo hago, pero no tan exageradamente como lo describo. Además todos se darían cuenta fácilmente.

La única que pudo adivinarlo, por así decirlo, fue mi prima. Me dijo que se había dado cuenta hace mucho tiempo, hasta en los tiempos en que yo no era tan demostrativo, que lo abrazo y un largo etcétera, pero sin llegar al acoso ¿O lo es?

Al final tuve que afirmarle a Natalia sus sospechas y se lo tomo como lo mejor del mundo. Ella si que es alegre, nunca la vi mal por nada, vive con su sonrisa que parece que ilumina todo un lugar…y te deja ciego. Yo comparto un poco de eso, tal vez sea la sangre, pero no tanto o eso creo, pero bueno.

Físicamente parecemos una copia, claro, ella en cuerpo femenino y con un año menos de edad. Muchos se confunden que somos hermanos, pero no, somos primos.

Lo que sí, vivimos muy cerca uno del otro…Tan solo separan nuestras casas dos manzanas. Al parecer nuestras madres no querían alejarse una de la otra y decidieron vivir tan cerca. Lo positivo es que siempre puedo ir a visitarla y lo hago desde muy pequeño.

Me he perdido del tema fundamental, de lo que me pasa con él. Pero tiene relación. El, Nati y yo, somos el trió de amigos inseparables. Si, adivinaron, ella también va a nuestra misma secundaria, pero a un año más bajo que nosotros. Podría decir que ella tiene también algo particular por eso se habrá dado cuenta tan rápido de mi verdad.

Tanto él, pero no he dicho su nombre…Mi Sebastian, si, solo mío. Sueno muy posesivo diciendo eso, yo no soy así. Me transforme…Lo único que me faltaba.

Pero si hablamos de posesividad, el es el rey, todo lo que se haya metido en su vida, es únicamente suyo y nadie puede decir lo contrario…O sino no tendrá un lindo día, sin contar su vida.

Es el típico chico “soy genial, pero no me importa el resto.” Y en cierta manera tiene razón, aunque tanto ego a veces se le sube mucho a la cabeza. No hay que olvidar…Qué es el más popular del instituto, allí otro problema. Las chicas lo persiguen, acosan, torturan, cada día, no tienen descanso. Los muchachos lo detestan…Pero no todos, puedo decir que no soy el único que lo admira, eso no me importa, me importan las niñatas calificadas como acosadoras sin horario fijo. Hasta han llegado a seguirlo mientras vuelve a casa, no nos dejan en paz.
Si, no nos dejan en paz ¿Acaso piensan que me lo tomo bien? Claro, pero a Martincito el feliz niño de la ciudad no se le nota.

En todos estos años, debo reconocer, que estuvo en pareja con algunas chicas…No duraban, lo máximo era un mes. Diciendo eso lo dejo como un mujeriego…No y no, no lo es, su problema es que no esta acostumbrado al contacto con los demás. Por eso mi pequeña prima y yo somos sus únicos verdaderos amigos. Le he preguntado sobre sus compañeros, pero me dice que solo les dice hola y ya. Si que ha salido sociable…

A pesar de eso y mucho más, yo no lo digo sino el resto, cada vez que lo veo no puedo evitar sentirme en las nubes, una gran felicidad llena mi alma. Eso es lo que tanto conoce el resto de mí, siempre me ven feliz y es por mi hermoso amigo pelinegro, con ojos miel que te atrapan cada vez que te miran…Se me va la imaginación cada vez que pienso en él, podría estar horas describiéndolo y no tendría fin.

-Miru…-escuche una voz en mi sueños…¿Pero quien era?-¡Miru!-

-¡Ah!-me caí al suelo, mi querida y alegre prima me había hecho pegar un buen susto.

-Al fin te despiertas, pensé que vivirías durmiendo.-termina con una risita, que ya tenia marca registrada en ella.

-Meri…Siempre haces eso.-berrinche, si, me despertaba berrinchando como niño pequeño, lo admito. Me estira sin mucha fuerza de mi brazo y me lleva a desayunar.

¿Meri y Miru? Son nuestros apodos, bueno, diminutivo de nuestros apodos. Hasta miembros de nuestras familias se habían acostumbrado a llamarnos así, no se diga nuestros compañeros de clase. ¿Por qué son así? La idea la tuvo otra de nuestras amigas, que lamentablemente vive muy lejos, y nosotros, como ella, tomamos los nombres que había creado para una historia.

Sebastian…Simplemente no soporta el diminutivo que le damos a su apodo, mucho menos este, pero nos encanta verlo rabiar y gruñir. Es muy divertido, lo que si, él si ladra…y no te muerde, te arranca el brazo en un suspiro. Pero nos arriesgamos, ya que es sumamente divertido.

¿Y qué tiene de bueno un chico con alter ego, popular, antisocial y gruñón? Solamente yo lo se, su interior es más bueno de lo que él admite que es. Su amistad, especial demostración de afecto, y forma de ser, es la que me hizo enamorarme de él.

-Pero nunca me prestara atención… ¡Seguro es totalmente hetero!-ya me encontraba en el suelo, comienzo de mis escenas deprimentes.

-Miru, cálmate por favor.- me decía tímidamente mi prima, estábamos en la mitad de la calle, simplemente no podía contenerme.- No lo sabrás hasta que se lo digas.-

-¡Pero míralo!-lo señale, estaba rodeado de chicas que no dejan de acosarlo, directa e indirectamente, y él, sin más, las saludaba…Pero claro, con su actitud habitual, que simplemente enloquecía más a las mujeres.

-¿Por qué me señalas?-todas me quedaron mirando en ese momento, sentía sus miradas punzantes y asesinas…

-Me…escucho.- traje en seco y sonreí, no me quedaba nada más.

Empezaron los susurros, pero estaba en mi etapa feliz, no las podía oír…También estaban demasiado lejos.

-Si, te escuche, no estoy sordo. Además que gritas como si se acabara el mundo.-le toca la cabeza a Meri en forma de saludo, luego hace lo mismo conmigo y se me queda mirando.- Se tildo.-cachetada.

-Auch…Eso duele y no me tilde, no soy una computadora ni nada parecido.-nuevo berrinche.

-Solo se pierde en su mundo de s…-mi mano se coloco rápidamente en su boca, no era prudente que siguiera ¡Claro que no!

-Mundo de… ¡Sonrisas!-lo primero que me vino a mente, que inteligente Martin, te mereces el premio nobel.

-…-levanto una ceja, le podía leer la mente “Idioteces, como siempre.”-Que más da, muévanse o llegaremos tarde.- y eso que estábamos a metros de la entrada, pero a pesar de su imagen rebelde, es responsable e inteligente.

Que combinación, esto ya se parece a un manga shojo o es el protagonista de un shonnen y no me entere…y de mi punto, shonnen ai. Lo demás que tenemos en común, es que nos gusta el anime a los tres…Debe ser por eso que nos llevamos tan bien.

Lo que si, Meri esta perdida en su mundo de chicas mágicas, todo lindo y “kawaii”, como se acostumbra a decir.También…Yuri ¿Eso dice algo? Por lo menos a mi si. Sebastian y el que les habla…Simplemente vemos todo, hasta lo he llevado un poco al mundo del Yaoi, pero mi éxito no es bueno, aunque a veces cae.

Una cosa más en contra, siempre vive demostrando su desagrado por el Yaoi…Eso me quita otra esperanza, si siquiera puede ver anime de chico x chico… ¿Cómo se puede fijar en mi?

Todos en mi curso se me habían quedado mirando, seguro podían sentir el aura deprimente que me rodeaba y no era tan solo por la clase de matemáticas.

-Señorito Martín ¿Se encuentra bien?-la profesora me estaba hablando.- ¿Quiere ir a la enfermería?-

-Si profesora.-escape de allí, no estaba enfermo, pero debo admitir que me sentía igual o peor que hace unas semanas atrás cuando tenía gripe.

Llegue a la enfermería, la enfermera siquiera letra reprodujo y me dejo acostarme sobre una camilla. Ella ya me conocía, como dos o tres veces por semana me ocurría esto, no era algo inusual ¿Se estaría dando cuenta?

-¿Pasa algo?-

-Para nada, para nada.-agite la cabeza y mire hacia el techo. Era imposible que justamente la enfermera del instituto se diera cuenta, aunque, seguro hasta la paloma que estaba ahora en la ventana se había enterado.

Era tan obvio…Que nadie se entera, siquiera se lo imaginan. La única que lo sabe es mi prima, con esa carita ingenua y actitud de niña de kínder, es la única que puedo percibirlo. Ahora me peguntaba si a mis padre se les había pasado por la mente…Conociéndolos, lo dudo.Aunque me disfrazara de un personaje y viera el anime Yaoi, en que justo aparece ese personaje, en frente de ellos, siquiera les llamaría la atención.

-Quiero creer que se acostumbraron o algo así…¿No era que los padre perciben todo?-

-A veces no.-me había contestado, hable en voz alta sin darme cuenta…Pero igual, justo sonó la campana, tenía que volver a clases.

-Eh…Gracias Julia.-me levante enseguida y en un nanosegundo me encontraba corriendo por el pasillo, esquivando a todo el mundo como si tuvieran la lepra.

¿Cómo nadie se daba cuenta? Creo que debe ser por que, a pesar de mis gustos, en mi forma de ser no se me nota. No soy afeminado, solo chiquilín y además nadie sabe que justamente veo esos géneros de anime. Además que si hago algo demostrativo todos se lo toman como broma, hasta el mismísimo Sebastian.

-Te quiero tanto Sebastian…Y tú siquiera lo notas.-viendo como una manada de chicas, sin importar la edad, lo seguían.- Pero tú solo me vez como un amigo…No puedo decírtelo.- hace tiempo que no sentía mi voz tan melancólica.

miércoles, 17 de junio de 2009

Lazos |Cap 4|

Capitulo 4:

Hasta el momento todo lo que habían leído eran simples noveles, cuentos o libros de diferentes idiomas. La única información que habían sacado de todo esto era que al parecer le gustaba leer y sabía varios idiomas diferentes. Simplemente no les serbia para nada.

-Al final no estamos encontrando nada Mello.-dejando un libro nuevamente en la amplia biblioteca.

-Tendremos que seguir buscando, algo debe haber.- decidió ver las hojas que estaban en el suelo. En ellas tan solo habían palabras y simples bocetos.- Si que tiene tiempo libre…-viendo que en el suelo habían más de mil papeles arrugados.

-Lo único que hace es molestarnos.-gruño y golpea la biblioteca con su pie. A los segundos sintió un ruido.

-¿Qué fue eso? Espero que no hayas roto nada Matt.-mira a un lado del mueble y consigue ver un cuaderno color carmesí.

-Al parecer estaba detrás de la biblioteca.-el rubio ya habia pensado en esa posibilidad.

-Ahora a ver que tendrá...-lo abre lentamente por las dudas que se cayera algo de su interior. Consigue ver muchos dibujos diferentes, estos eran más detallados de los que habia visto anteriormente, pero se notaba a simple vista que habían sido hechos hace mucho tiempo, hasta en su interior tenia un poco de polvo.

-¿Esa no es la fuente del jardín?-pronuncio al ver con más cuidado la imagen y tenia razón, la única diferencia era que en el dibujo la fuente funcionada.

-Al parecer si lo es, no hay dudas que ella hizo todo esto.-pasando las hojas una por una.

-¡Espera!-deteniendo la acción de Mello.-

-¿Qué ocurre ahora?-

-Creo haber visto este dibujo antes…-en la hoja aparecía una ventana que por ella se veía una parte del jardín del orfanato.- ¡Claro! Linda habia hecho un dibujo igual.-el rubio lo miro.-Se eso porque una vez ella me mostro un dibujo parecido.-

-A ver…Entonces la “niña” conoció alguna vez a Linda, o simplemente por casualidad de la vida no tenían nada mejor que hacer y dibujaron lo mismo.-mirando muy mal al pelirrojo.

-No seas tan así Mello, tal vez lo primero puede ser, hay que ser más positivos.-

-No es que no sea positivo Matt, tan solo intento creérmelo. Pero igualmente, después iremos a hablar con Linda, a ver si por lo menos ella recuerda algo.-suspira molesto y deja el cuaderno detrás de la biblioteca.

-Bueno sigamos buscando.-busca en el bolsillo de su pantalón, un cigarro se cae y rueda por el suelo.-Argh.-se acerca, ve que estaba debajo de un escritorio y se inclina para juntarlo.-Mello…Mira esto.-lo llama.

-¿Ahora que ocurre?-se dirige a donde estaba.- ¿Qué quieres que mire ahora?-el pelirrojo le agarra el brazo y lo lleva para abajo.

Mira a hacia donde le señalaba Matt, en la parte inferior del escritorio habia un papel. Se queda unos segundos observándolo y luego lo saca para leerlo mejor.

“Todo me esta haciendo pensar…Pero yo tan solo quiero dibujar ¿Qué? No lo sé...”

Siguió leyendo las líneas del papel, pero todo llevaba a lo mismo, a que ella quería dibujar pero no podía por X razones, al parecer no tenia inspiración para hacerlo o quien sabe. A lo ultimo…

-“¿Continuar o no?”-recita mientras terminaba de leer.- A que se podrá referir…-Mail le saca el papel de sus manos y lo lee, pero en ese momento no le surgía nada con respecto a lo escrito.

-Mello… ¿Tienes alguna idea…?-

-Por lo que puedo ver...-se pone de pie nuevamente.-Ella sabe muy bien lo que esta haciendo…Todo lo que ocurre Matt no es pura coincidencia.-lo mira fijamente a los ojos y luego el pelirrojo vuelve a poner la hoja en su sitio.

-No encontramos nada más que eso Mello.-

-Puede ser que hayan escrito más…-el tenia la certeza de que lo que decía no podía ser certeramente correcto…Pero no podían hacer mucho más, ya habían revisado todo lo que podían.

-Esta chica puede estar loca pero no es idiota.-al parecer Mail ya comenzaba a tener las mismas ideas que su compañero.

-¿Me pueden decir que hacen ustedes dos aquí?-

Al instante de escuchar la voz ambos se giraron sorprendidos, no esperaban que alguien los viera…Era Roger.

-Eh…Roger…-

-Queríamos ver si alguien estaba, ya que no escuchábamos nada cuando pasábamos por alado de esta habitación.-

-Simple curiosidad.-finalizo el pelirrojo sonriendo.

-Ya me esperaba que algo así ocurriría, ya he escuchado la charla que tenían el resto de los niños…-continuaba hablando, pero sinceramente luego de “niños” los menores no le prestaron mucha atención.-Muy bien, entonces ahora si pueden irse. No debe ser divertido quedarse encerrado en un cuarto que no conocen.- sujetándoles los hombros.

-Nosotros intentamos abrirla…-Susurra el ojiverdes, pero igualmente Roger consigue oírlo.

-Es que la puerta tan solo se abre desde el exterior. Ahora vayan a sus habitaciones.-les da unos golpecitos en la espalda y se retira por el lado contrario del pasillo.

Luego de comprobar que se encontraba lo más lejos posible, se fueron caminando hacia su cuarto. Ninguno hablaba en aquel momento, pero ambos sabían que estaban pensando…Tenían los mismos pensamientos y preguntas.

-Listo, ya llegamos.-cierra la puerta.-Ahora si podemos hablar Mello.-

- Roger nos dijo la puerta tan solo se abre desde afuera…-asiente el chico de googles mientras escuchaba con atención lo que le decía.-Por lo cual aunque lo intentáramos, además de cómo estaba formada la puerta, no podríamos abrirla. Pero aún no término.-siente como el aire empieza a inundarse de humo.- La cuestión esta en como pudo salir aquella chica de allí.-mordisquea un chocolate.

-Tal vez simplemente consigue mantener de alguna forma la puerta abierta… ¿Pero cómo se cerró cuando nosotros entramos? ¿Eh, Mello?-

-Dudo que haya sido una brisa de viento…O simplemente hiciste un movimiento estúpido y la cerraste sin darte cuenta.-lo último lo había dicho aunque sabía que no era así, pero igualmente el que lo escuchaba gruñe enojado.-No empieces con tus escenas ¿Recuerdas el ruido que escuchaste unos segundos antes?-

-¿Eh?...-intenta tranquilizarse y piensa.- Ah, cierto.-mueve un poco el cigarro en sus labios.-Tal vez alguien paso y la cerro apropósito.-la luz lo había iluminado.

-Exacto y hay posibilidades de que fue ella.-

-¿Pero por qué lo hizo?-

-Tal vez tenga relación con lo último que leímos en el papel. Intenta hacernos notar algo…-

-Ah bueno, que forma de hacerlo.-pronuncia fastidiado.

-Pero igual…- Él había pensado lo mismo.-Creo que no se detendrá hasta que lo averigüemos.-termina su chocolate.

-¿Seguirás viendo?-mueve un pequeño juguete a un lado de él y luego sujeta una ficha blanca.- Aún no han averiguado nada ¿No?...Ya seguramente averiguaran algo y responderán por ellos mismos todas sus dudas...-uno de los muñecos que estaban parados se cae.-No quieres responderme todavía…-mira a su derecha pero por aquella puerta arrimada ya no se veía nada-Siempre igual. Me pregunto que harás ahora.-junta el muñeco y lo pone en otro sitio.

-Siguen revoloteando en el mismo lugar…Pero puede ser que consigan algo…-sonríe levemente mientras se acostaba sobre el césped.-Ya los últimos rayos se hacen notar…Espero que no se acaben pronto… Ya sabe que no estoy allí y yo también se que lo sabe.-mira un árbol divertidamente.- Me pregunto si cantaran hoy.-

-Otra vez empezó el viento.-viendo como chocaban ferozmente las ramas de los arboles del jardín.

-Cantan…-

-¿Qué dices Mello?.-

-No lo se, tan solo me vino a la mente eso es todo.-abriendo otro paquete de su delicioso y crujiente dulce.

-Claro, cantar. Parecen que gruñen, no me dejan estudiar tranquilo.-

-Si llevas jugando ese videojuego hace más de 2 horas.-

-Por eso, estudio como derrotar a este maldito y así pasar de nivel.-el rubio se ahorra las palabras.

Ahora sí, podía concentrarse a pensar…seria mejor hacerlo sin aquel ruidito que salía de la consola y ese asfixiante olor a tabaco, no había tiempo para fijarse en aquellos detalles. Ya con lo que había platicado con el pelirrojo, de apoco, algún tipo de planteo se iba armando, igualmente aún faltaban descubrir algunas cosas. Aunque lo pensase miles de veces y millones de veces más no se le ocurría nada, sentía una sensación rara...Parecía que Near tenia razón, de en verdad, se estaban olvidando de algo.

No podía crear que simplemente haya desaparecido de su mente, ni el porque había ocurrido. Que habrá pasado que ahora justamente había comenzado a ocurrirles eso…Lo único que sabia era que todo se resolvería a averiguar quien era aquella chica rara y tendrían que hacerlo rápido.

-No nos lo dirá hasta que averigüemos algo concreto…Tal vez si revisamos la oficina de Roger encontraremos algo… No será tan fácil como aquella vez en que fuimos a conseguir chocolate. Ahora no se despega en ningún momento de ella. Sera complicado. Mientras tendremos que esperar a que suelte algún tipo de pista…Pero no sé si eso servirá para mi memoria y dudo que para la de Matt menos aún, aunque quien sabe...Bah. Podría preguntarle…No, no lo hare. Simplemente seguirá pensando que no podemos hacer nada por nosotros mismos, ya averiguaremos quien es, no me interesa que él lo sepa o no.-en cierta forma si le importaba, pero prefería no admitirlo y seguir maldiciendo que no recordaba nada.

-Mello tenemos que hacer algo, no puede ser que se nos complique tanto saber algo sobre alguien que justo esta en el mismo orfanato que nosotros.-al parecer que luego de tantos años de conocerlo le bastaba para por lo menos saber lo que estaba pensando…Aunque fuera un poco.

-Tienes razón, no podemos quedarnos así como si nada. Ya veras que averiguaremos algo y ya sabremos quienes y que tiene que ver con nosotros.-se pone de pie.- Vayamos a caminar Matt, quiero despejar mi mente por un momento, además aún no tenemos que dormir.-

-¿Iremos a buscar algo?-

-No lo sé. Pero quien sabe, tal vez encontremos algo en el camino.-salen del cuarto y se ponen a caminar por el pasillo.

-¿Pequeña que haces en el jardín con el todo este viento?-acercándose.- Al parecer no tienes ánimos de hablar mucho.-la agarra de un brazo y esta se levanta.-Vayamos adentro, no querrás enfermarte.-

-No…-cuando ya estaban en el interior se detiene para mirar hacia una puerta.-

-Al parecer aún recuerdas algunas cosas a pesar del viaje, pero no te preocupes, todo estará en calma y no ocurrirá nada.-le dice amablemente y la jala un poco para que continuara con su marcha.- Últimamente has salido a pasear mucho ¿Has hablado con algún niño del orfanato?.-

-Para nada…-mordiendo uno de dedos, hasta que encuentra un dulce en el interior de su vestimenta y se lo lleva a la boca.

-Ya veo.-le responde sin intención de seguir hablándole sobre eso.-Sera mejor que intentes de descansar un poco y intenta de no salir esta noche.-cierra la puerta dejándola en el interior a la joven.

-Hay algunas manchas que no se borran, tan solo queda cubrirlas o comprarse un suéter nuevo.-se tira al suelo y empieza a dar vueltas, hasta que termina debajo de su escritorio. Sonríe y se pone a dibujar en una pequeña hoja que tenia a un lado de su pierna.

Cantare sin cesar mientras los recuerdos se ahogan en el mar de los pensamientos…

-Estoy escuchando susurros.-se acerca la consola a uno de sus oídos.- No, no es el videojuego.-se mueve un poco y los sigue escuchando.- ¡Linda! -

-¿Qué ocurre Matt?-acercándose luego de su llamado.

-¿Escuchas algo?-

-No, para nada.- Jeevas la mira extrañado. - Tal vez sea tu imaginación.-se da media vuelta y vuelve con sus amigas.

-Me pregunto si será lo mismo que escuchaba Mello…Si, debe ser esa chica.-deja de hablar y el sonido se había detenido.- Ya se callo…-

-¿Tienes fiebre?-se acerca hacia él.

-¿Eh? ¿Por qué lo dices Mello?-

-Porque te veías pensativo y no estabas metido en tu mundo de videojuegos.-el pelirrojo gruñe pero decide no decirle nada.- Vamos, dime que pasa.-

-Acabo de escuchar susurros. Le pregunte a Linda pero me dijo que no escuchaba nada.-

-Entonces si había escuchado algo en el pasillo...-

-Ahora pude confirmar que no estabas delirando ¡También puede ser que me has contagiado y yo también empecé a delirar! –

-Deja de decir idioteces. Pero igual, de nada nos sirve eso.-

-Siento que ya escuche antes ese canto…-era lo mismo que había pensado el rubio la primera vez que escuchó aquella voz.- Oh, me olvide de preguntarle a Linda sobre lo del dibujo.-

-Entonces vayamos a buscarla. Por lo menos te fijaste por donde se fue ¿No?-Matt señala a la izquierda del pasillo y se van por esa dirección.

-¡Hey, Linda!-grita el ojiverdes al verla a lo lejos.

-¿Ahora que ocurre Matt?-se acerca a ambos.

-Queríamos preguntarte algo.-le contesta.

-¿Qué tienen que preguntarme?-les interroga mientras mira para atrás y se aleja un poco junto a ellos.

-Linda, recuerdas la vez que me mostraste un dibujo de una fuente.-

-Em…¡Ah, si! Hace una semana que te lo mostré, fue un dibujo que hice hace como tres años ¿Qué ocurre con el?-

-¿Recuerdas algo con respecto a la vez que lo hiciste?-le pregunta el rubio.

-Ahora que lo dices, en ese momento estaba con una chica en el jardín que me ayudaba a hacerlo y creo que también lo había dibujado.-

-¿Y recuerdas algo de ella?-Mail ya se estaba impacientando. Aparentemente lo del dibujo tenia sentido.

-Su cabello era oscuro, ojos castaños y era muy blanca. Recuerdo que en esos tiempos pasábamos algunos momentos dibujando juntas. Me decía que tenía mucho talento con el dibujo y que me veía un buen futuro en el arte.- sonríe levemente.-Lo que si jamás me dijo como se llamaba, ni un apodo ni nada. Aquella vez fue la última vez que la vi…-

-Ya veo…-susurra Mihael.

-¿Y porqué estas preguntas tan de repente?-

-Es que intentamos averiguar algo.-no dijeron nada más y la niña se fue confundida del lugar.

-Por lo menos averiguamos que al final si la conocía.-estaba un poco más animado luego de saber que no era una idiotez lo que había pensado sobre el dibujo.

-Además que hace 3 años ella ya estaba aquí.-mira a su alrededor para verificar que nadie estaba cerca.- Al parecer ese día en que dibujo con Linda se fue del orfanato y ahora volvió.-

-Luego de 3 años...-

-Algo tuvo que haber pasado para que se fuese por ese tiempo…Tal vez eso nos ayude un poco.-apoya su espalda sobre una pared.-Ahora no tenemos a nadie más a quien preguntarle algo y menos aún le preguntaremos a Roger. Menos aún a Near.-piensa no tan contento y comienza a masticar un pedazo de chocolate.